El enésimo retorno de la eterna Serena Williams

La última imagen que hay de Serena Williams en una pista de tenis es una de Wimbledon en la que alzaba el trofeo de ganadora. Acababa de conquistar su torneo número 13 de Grand Slam, el cuarto sobre la hierba de Wimbledon, la misma temporada que ya había conseguido su quinto Abierto de Australia. Todo parecía sonreír a Serena, que volvía a ser la gran dominadora mundial.

Sin embargo, la diosa Fortuna debía mirar hacia otro lado cuando la estadounidense se cortó en el pie con unos cristales rotos en la puerta de un restaurante alemán poco después de su gesta. Fue operada y estuvo escayolada durante meses, lo que quizá influyó en su siguiente percance, bastante más grave.

"Tuve varios coágulos de forma bilateral en los dos pulmones. Muchas personas mueren por esta causa al no detectárselo a tiempo. Yo, siendo un atleta, no podía respirar y creía que estaba fuera de forma", explicó la pequeña de las hermanas Williams, que cumplirá 30 años en septiembre, por los 31 que alcanzará Venus el 17 de junio.

Un año sin jugar, pero Serena Williams, víctima de lesiones en muchas etapas de su carrera (lleva dando raquetazos como profesional desde la década de los 90, una carrera tan larga como su historial de problemas físicos), regrasa una vez más a las pistas, que echaba de menos. "Me fui siendo número uno y eso es lo que más extraño, estar en la cima y jugando un tenis realmente bueno. Por eso estoy muy emocionada de estar de vuelta", ha declarado.

Ahora ocupa el puesto 25 del ranking de la WTA, y su primera rival en Eastbourne será la búlgara Tsvetana Pironkova, 33 del mundo. Serena busca en el aegon International recuperar la forma para empezar la semana que viene el torneo de Wimbledon con garantías.

La tenista más laureada en activo

Las cifras de Serena son tan impactantes como su servicio, el más potente del circuito femenino. Acumula 13 títulos individuales de Grand Slam, lo que la sitúa sexta en una clasificación histórica, todavía lejos de la alemana Steffi Graf (22) y la australiana Margaret Smith Court (24), pero por encima de todas sus compañeras de profesión en activo.  Añade a sus trofeos de Grand Slam otros 12 en dobles junto a su hermana Venus. También ganó junto a ella dos oros olímpicos en dobles.

Fue número uno 122 semanas y le arrebató ese honor Caroline Wozniacki el pasado mes de octubre. Ahora, regresa consciente de que no le será fácil volver a codearse con la élite del tenis femenino, pero con la misma ambición de siempre. "No vengo aquí para perder. Sólo quiero ganar y hacerlo bien", ha dicho antes de jugar contra Tsvetana Pironkova.