El fantasma de la "revancha" estará presente en duelo Dominicana y Holanda

San Francisco (EEUU), 18 mar.- Todos admiten que se trata de un partido diferente, que el duelo de semifinales del III Clásico Mundial de Béisbol entre los equipos de República Dominicana y Holanda no tiene nada que ver a lo que sucedió en la primera ronda de la segunda edición.

Pero el fantasma de la "revancha" deportiva estará presente y Dominicana, que llega invicta (6-0) a la cita para conseguir el pase a la gran final, tiene la doble motivación de hacer posible una fiesta del béisbol caribeño y latinoamericano después que Puerto Rico ya está clasificado, y a la vez dejar fuera a Holanda, el equipo que la eliminó en el 2009.

Holanda, que ya ha hecho historia por ser el primer equipo europeo que llega a las semifinales del Clásico Mundial, en el 2009, una selección casi desconocida venció por dos veces a Dominicana y la eliminó en la primera ronda.

Uno de los integrantes del equipo de Dominicana fue José Reyes, que ha vuelto con la formación quisqueyana y está listo para superar una eliminación, que todavía "duele".

"Creo que entonces tuvimos demasiada confianza. Salimos al terreno con esa mentalidad", admitió Reyes sobre los partidos de hace cuatro años contra Holanda, que perdió Dominicana con marcador de 3-2 y 2-1. "Siempre digo que en el béisbol puede pasar cualquier cosa. Puede ganar cualquier equipo, no sólo el de más talento".

Por eso no quieren que se repita la misma historia ya que Dominicana llega de nuevo como gran favorita a ganar el duelo con Holanda cuando salten al diamante del AT&T Park, de San Francisco.

La mayor parte de los jugadores que están con Dominicana son figuras dentro del béisbol de las Grandes Ligas como ocurre con Robinson Canó, Erick Aybar, Hanley Ramírez, Carlos Santana, Miguel Tejada, Edinson Vólquez y Fernando Rodney, entre otros.

Vólquez, es el número uno en la rotación de los Padres de San Diego y abrirá con el equipo californiano de la Liga Nacional el Día Inaugural por decisión del piloto Bud Black.

También lo hará con Dominicana ante Holanda y espera silenciar a bateadores rivales de gran clase de la llamada conexión "Curazao" como lo son el veterano Andruw Jones, Roger Bernadina, Andrelton Simmons y, para esta ronda en San Francisco, Jurickson Profar y Kenley Jansen.

El abridor de Holanda será Diegomar Markwell, que también se crió en Curazao y lanzó nueve años en el sistema de liga menor de los Azulejos de 1997 al 2003, no es tan conocido ni tiene la proyección de Vólquez, pero espera hacer su labor.

Por eso, el equipo de República Dominicana no toma a la ligera a los holandeses en esta ocasión y recuerdan las dos derrotas que sufrieron en el 2009.

Además, aunque Dominicana está invicta sus victorias en la segunda ronda, en Miami, sobre Italia, Estados Unidos y Puerto Rico fueron por una diferencia total de sólo cuatro carreras.

Mientras, Holanda llega a San Francisco con el convencimiento que puede volver a ganar de nuevo a Dominicana si rinden como lo han hecho hasta ahora.

"Eso fue hace cuatro años y para nosotros está en el pasado", señaló Hensley Meulens, manejador de Holanda, que también es coach de bateo de los campeones de la Serie Mundial, los Gigantes de San Francisco. "Hemos crecido muchísimo desde entonces. En mi opinión, hemos mejorado. No pasamos de la segunda ronda (en el 2009), pero esta vez sí. Tenemos más juventud y más talento en nuestro equipo que hace cuatro años".

La mejor demostración fue la que dieron al dejar eliminada nada menos que a la potente y favorita selección de Cuba, a la que ganó dos veces en la segunda ronda del Grupo 1 que se disputó en Japón.

"Derrotamos a Corea del Sur en Taiwán en el primer juego y luego vencimos a Australia y a Cuba dos veces", recordó Meulens. "Fue difícil jugarle a Japón, pero los muchachos nunca se dieron por vencidos. Tienes que lanzar bien, jugar buena defensa y contar con bateo oportuno. De ser así ganaremos, seguro que sí".

Lo mismo piensa el manejador de Dominicana, Toy Peña, pero al final habrá sólo un ganador y ese muy bien podría ser el que haya sentido más que ninguno el espíritu de "revancha" que conlleva el partido.