El "grupo de la muerte", una dura prueba para el nuevo Brasil de Scolari

  • La selección brasileña inicia bajo la batuta de Luiz Felipe Scolari un nuevo ciclo de cara al Mundial de 2014 con una prueba de máxima exigencia como haber caído en el sorteo de hoy en el "grupo de la muerte" de la Copa de las Confederaciones.

Waldheim García Montoya

Sao Paulo, 1 dic.- La selección brasileña inicia bajo la batuta de Luiz Felipe Scolari un nuevo ciclo de cara al Mundial de 2014 con una prueba de máxima exigencia como haber caído en el sorteo de hoy en el "grupo de la muerte" de la Copa de las Confederaciones.

Brasil integra el Grupo A junto a Italia, el subcampeón europeo, Japón, campeón de Asia, y México, vencedor de la Copa de Oro de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).

Scolari desechó la etiqueta del "grupo de la muerte" y celebró poder enfrentarse a rivales "que pongan en jaque" a Brasil, lo que le servirá para calibrar el equipo y ganar en competitividad.

El panorama de rivales que enfrentará en la Confederaciones, que se juega en seis ciudades brasileñas entre el 15 y 30 de junio próximos, es diametralmente opuesto a los adversarios débiles contra los que se citó el equipo de Mano Menezes, destituido hace una semana, en sus últimos amistosos.

Durante la época de Menezes, Brasil rehuyó casi siempre a las grandes potencias del fútbol y este año jugó contra Irak, China, Bosnia o Sudáfrica, equipos que no le crearon dificultades, tampoco contribuyeron a mejorar la competitividad de la "canarinha" y, en cambio, generaron malestar entre los aficionados y la prensa.

Ahora tendrá que jugar nada menos que contra la Italia de Mario Balotelli, que demostró que está en plena forma en la última Copa de Europa y en las presentes eliminatorias europeas, en las que lidera el Grupo B, además de otros dos rivales correosos como Japón y México.

México siempre granjeó problemas a los brasileños, como el pasado junio, cuando los aztecas ganaron 2-0 en un amistoso y luego se impusieron a Brasil en la final de los Juegos Olímpicos de Londres por 2-1 con un grupo joven que se va incorporando poco a poco a la selección de José Miguel de la Torre.

Una semana después de cerrar esta fase de altibajos Scolari inicia una carrera contrarreloj para poner a punto el equipo que jugará el Mundial como anfitrión, con la gran desventaja de no disputar un torneo exigente como las eliminatorias sudamericanas.

Por ello, el difícil Grupo A de la Copa de las Confederaciones será un termómetro sin igual para que Brasil prepare su camino al Mundial.

En el partido inaugural, que se jugará en Brasilia el 15 de junio, Brasil se enfrentará a Japón, equipo que siempre es una incógnita en estos torneos y que a cada año se muestra más competitivo.

Scolari dijo que no afronta la Confederaciones como un "laboratorio", sino como un elemento de "observación final" del grupo de jugadores que será convocado al Mundial de 2014, por lo que consideró que la dureza de los rivales del Grupo A permitirá evaluar mejor a su equipo.

El coordinador técnico de la selección, Carlos Alberto Parreira, que forma tándem con Scolari, coincidió en el análisis al afirmar que Brasil tiene que "encarar la competición con seriedad", en declaraciones al canal Sport TV después del sorteo realizado en el centro de convenciones Anhembí de Sao Paulo.

Ambos entrenadores han insistido en que quieren recuperar el clima de unión con el aficionado, conseguir que el público lleve en volandas a la selección en casa y se vuelva a emocionar con el fútbol de la pentacampeona del mundo.

Por ello, la Copa de las Confederaciones se volverá también una prueba importante del poder de movilización de la selección de Scolari y Parreira y permitirá ver si consiguen mermar el distanciamiento con la afición ocurrido en los últimos años a raíz de la pérdida de brillo de la "canarinha".

Con un camino mucho más liviano que Brasil, España, cabeza del Grupo B, jugará contra Tahití, campeón de Oceanía; Uruguay, vencedor de la Copa América y el próximo ganador de la Copa Africana.

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