El judo español se queda sin medalla por terceros Juegos consecutivos

  • El judo, deporte que en la década de los noventa fue garantía de alegrías para España, volvió a dejar sin ninguna medalla a los representantes españoles por terceros Juegos Olímpicos consecutivos.

Londres, 1 ago.- El judo, deporte que en la década de los noventa fue garantía de alegrías para España, volvió a dejar sin ninguna medalla a los representantes españoles por terceros Juegos Olímpicos consecutivos.

La eliminación de la madrileña Cecilia Blanco en el segundo combate de la categoría de -70 kilos confirmó los temores de una delegación que anteriormente vio como, a excepción de Sugoi Uriarte, que acarició el bronce en -66 kilos, el resto de sus judocas caían en la primera ronda del torneo.

En unos casos a causa de un sorteo poco favorable como el de Kiyoshi Uematsu en -73 kilos, contra el futuro campeón, y en otros por errores de los competidores, los seis judocas españoles no pudieron acabar con la sequía de medallas del país que se alarga desde que Isabel Fernández se alzó con el oro en Sidney 2000.

"El judo español vale mucho de lo que se ha visto aquí como lo demuestran los resultados anteriores. Ahora es difícil analizarlo todo en profundidad pero puedo decir con total convencimiento que nos vamos demostrando un nivel inferior al que tenemos realmente", explicó a Efe la seleccionadora Yolanda Soler.

Uriarte fue el que más cerca lo tuvo el pasado domingo cuando, después de rendir a alto nivel durante las primeras rondas, se quedó a las puertas de conseguir la ansiada medalla para el judo español, que también habría sido la primera del país en estos Juegos Olímpicos.

Uriarte, que avanzó hasta semifinales ganando con solvencia todos los combates, no pudo acceder a la final al caer contra el húngaro Miklos Ungvari por un yuko, y empató el enfrentamiento para el bronce contra el surcoreano Cho Jun-Ho, a quien los árbitros otorgaron la victoria en una decisión controvertida.

"Yo estaba seguro de que ganaba el combate, pero se ve que los árbitros no han visto el mismo combate", lamentó Uriarte en "uno de los días más tristes" de su carrera.

Más breve fue el recorrido del resto de españoles: Oiana Blanco perdió el sábado su primer combate ante Tomoko Fukumi, la número 1 del mundo en su peso, mientras que Kiyoshi Uematsu plantó cara y perdió en la técnica de oro contra el que se acabaría colgando el oro, el ruso Mansur Isaev.

Por su parte, Ana Carrascosa decepcionó en su primer combate ante una rival muy inferior en el ránking, la luxemburguesa Marie Muller, y Concepción Bellorín dejó escapar en los últimos segundos un combate que tenía ganado ante la húngara Hedvig Karakas.

La única judoca que pasó de primera ronda fue Cecilia Blanco en - 70 kilos que venció hoy su primer combate ante la ucraniana Nataliya Smal pero perdió en octavos de final ante la eslovena Rasa Sraka por ippon.

"Te quedas con la miel en los labios porque llevamos tres Juegos en los que no conseguimos medalla. En la última Olimpiada estaba Esther San Miguel ganando y la perdemos, en la anterior había también un grupo de gente excepcional", reconoció Juan Carlos Barcos, presidente de la federación.

Después de conseguir seis medallas olímpicas entre Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sydney 2000, el judo español se ha visto sobrepasado por el auge de nuevas potencias como Rusia o Brasil.

"Hay buenos técnicos y una cantera magnífica pero hay muchos países que están creciendo de manera exponencial a base de grandes inversiones. Aunque yo no quiero buscar en la situación económica ninguna excusa. Vamos a seguir trabajando para que el nivel del judo español se refleje en los Juegos", dijo Barcos.

"A veces son pequeñas diferencias o matices lo que hacen que un combate sea para ti o en contra de ti. Pero el judo español sigue teniendo mucho nivel a pesar de las grandes dificultades de tiempo y recursos. Si la gente tira para adelante es con coraje y sacrificio", opinó Soler, bronce en Atlanta.

Río 2016 puede ser el escenario donde termine esta sequía aunque, seguramente, los protagonistas serán distintos ya que con un equipo veterano rondando o superando los treinta años, el judo español tendrá que apostar en Brasil por una nueva generación de judocas que consigan el ansiado podio.

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