El pívot del Fuenlabrada Salva Guardia asegura que no le ha puesto fecha de caducidad a su carrera

Madrid.- Salva Guardia, pívot del Ayuda en Acción Fuenlabrada, jugará el sábado en Granada su partido 450 en la Liga ACB y pese a su veteranía aseguró que no le ha puesto a su "carrera fecha de caducidad.

Tras quince temporadas en la elite del baloncesto español, se sitúa como tercer jugador en activo con más encuentros disputados tan sólo superado por Carlos Jiménez, alero de Unicaja de Málaga (563), y Paco Vázquez, escolta del DKV Joventut (491).

En los 449 encuentros que ha disputado hasta el momento, el jugador del Fuenlabrada ha conseguido 3.441 puntos (7,7 de media), 1.913 rebotes (4,3 por partido) y 3.603 puntos de valoración (8,9 de promedio en ACB).

El valenciano, a punto de cumplir 36 años, no se ha puesto aún fecha de caducidad como jugador profesional y bromeó con ascender en el escalafón de partidos jugados a costa de su amigo Vázquez: "Estoy muy bien físicamente y con ganas de entrenarme todos los días. De momento, tengo un año más de contrato en Fuenlabrada, pero sería bonito superar los 500 partidos en esta liga. Hablaré con Paco (Vázquez) y le diré que se jubile, no creo que acepte", ironizó.

Lo que ya tiene Guardia es el récord de partidos jugados con el Fuenlabrada en ACB con 288 encuentros a día de hoy. El segundo es Ferrán López (actual Director Deportivo) con 237.

Además, desde que regresó a Fuenlabrada este año se ha convertido en uno de los mejores sextos hombres de la Liga ACB, promediando 7,75 puntos, 10,5 de valoración y 3,6 rebotes en 16,7 minutos que está en pista en ocho partidos.

El pívot, que dice sentirse un privilegiado, aún recuerda su debut en el Zaragoza durante la temporada 1992/93 -"Manel Comas me dio la alternativa"-, y marca en rojo fechas más significativas de carrera.

"Me acuerdo del debut, que fue con triunfo, los ascensos con Fuenlabrada, las clasificaciones para 'playoffs' y las participaciones en Copas del Rey, han sido más buenos que malos momentos; los descensos, sobre todo aquel en el que bajamos en Fuenlabrada con 13 victorias (03/04) han sido la cruz. En cualquier caso, el baloncesto me ha dado mucha felicidad, soy un privilegiado pudiéndome ganar la vida con mi pasión", relató.

Entre la numerosa nómina de clubes, compañeros y entrenadores con los que ha convivido, el pívot enumeró los, para él, más especiales: "Fuenlabrada es mi casa y en casa siempre se está muy a gusto, pero me acuerdo mucho de mis compañeros de Bilbao, mi anterior equipo".

"Los entrenadores que más me han marcado son Óscar Quintana (ahora en el Meridiano Alicante), que me enseñó como hacer las cosas para ser un profesional del baloncesto, y Luis Casimiro (actualmente en el Asefa Estudiantes), que me entendió a la perfección. ¿Compañeros? Muchos y muy buenos, pero te diría que Ferrán López y Francesc Solana han sido un poquito más especiales", explicó.

Guardia, líder en el campo y en el vestuario, considera que, virtualmente conseguida la permanencia, la mejor manera de no sufrir sorpresas desagradables de última hora es mirar hacia arriba: "Lo hemos hablado y todos pensamos que, aunque es difícil, no es imposible meternos entre los ocho primeros, lo vamos a intentar, la temporada no ha terminado", apuntó.

En última instancia, el jugador quiso defenderse de las 'críticas' que le señalan como un jugador poco ortodoxo en ataque, sobre todo cuando anota canastas casi inverosímiles: "Tengo los brazos muy largos y me cuesta mucho anotar cerca del aro, así que me busco la vida, mis canastas parecen 'churros', pero yo apunto, que conste", concluyó entre risas.