Valencia.- El Power Electronics Valencia visita mañana en la quinta jornada de la Liga ACB al DKV Joventut y lo hace obligado a cortar la racha de cinco derrotas consecutivas que arrastra en la competición doméstica y la Euroliga.
La mala imagen ofrecida el pasado miércoles en la pista del Efes Pilsen ha incrementado la presión en torno al equipo de Manuel Hussein, que arrastra desde hace semanas una imagen de falta de consistencia que agrava en el seno del club la preocupación por la racha de derrotas que acumulan.
En la entidad se espera que el encuentro ante el DKV Joventut sea un punto de inflexión en la trayectoria del equipo ya que a la hora de analizar su trayectoria también se valora las complicaciones que aportaba un calendario que les ha obligado a medirse de manera consecutiva al Regal FC Barcelona, al Panathinaikos y el Real Madrid antes de visitar Turquía.
Además, en este choque, el conjunto valenciano podría reforzar su maltrecha línea exterior si finalmente reaparecen los lesionados Nando de Colo y Jeremy Richardson, que serán duda hasta última hora y cuya baja ha lastrado al crecimiento del equipo.
Pero, pese a los conocidos condicionantes, existe en el club cierta preocupación por la escasa progresión del juego equipo, así como por la falta de concentración de algunos jugadores, especialmente en defensa.
Enfrente tendrán, además, a uno de los equipos que mejor comienzo de temporada ha protagonizado y, frente al balance de un triunfo y tres derrotas del conjunto valenciano, el Joventut con tres victorias y un solo tropiezo se ha encaramado a la cuarta plaza de la clasificación.
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