El propietario del Racing, Alí Syed, sostiene que siempre atacan a los ricos

  • Santander.- El empresario indio Ahsan Alí Syed sostiene que el Racing de Santander está pasando por dificultades económicas "sin necesidad", porque dice tener dinero para invertir en el club, y asegura que las denuncias de estafa que ha recibido en en varios países son falsas y responden a un deseo de "venganza".

El propietario del Racing, Alí Syed, sostiene que siempre atacan a los ricos
El propietario del Racing, Alí Syed, sostiene que siempre atacan a los ricos

Santander.- El empresario indio Ahsan Alí Syed sostiene que el Racing de Santander está pasando por dificultades económicas "sin necesidad", porque dice tener dinero para invertir en el club, y asegura que las denuncias de estafa que ha recibido en en varios países son falsas y responden a un deseo de "venganza".

"Siempre nos atacan a los ricos", sentencia el todavía propietario del Racing de Santander en una entrevista que publica mañana la edición española de la revista "Vanity Fair", en la que se compara con el patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, o con el multimillonario ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea FC.

Ali Syed, presidente de Western Gulf Advisory (WGA), una compañía de inversiones con sede en Baréin, se convirtió el pasado 21 de enero en el accionista mayoritario del Racing, club cuya afición le recibió con ciertos recelos por la traumática experiencia de la etapa de Dimitri Piterman y por los antecedentes de su fallido intento de comprar en el Reino Unido el Blackburn Rovers.

El empresario indio llegó a Santander confesando su pasión por el fútbol y prometiendo inversiones multimillonarias que iban a convertir al Racing en el tercer club de España, tras el Barça y el Real Madrid, y en uno de los grandes del fútbol europeo.

Sin embargo, no se hizo cargo de los compromisos asumidos con los principales acreedores del Racing (el Gobierno cántabro, que en 2005 le prestó 6,7 millones para salvarle de la quiebra, y Hacienda) y comenzaron a lloverle acusaciones de estafa de empresarios de Nueva Zelanda, Australia y la India.

El dueño del Racing, que siempre ha negado esas acusaciones e incluso ha amenazado con demandar a quien las difunda, compareció por última vez en Santander el 10 de mayo, para presenciar el partido de Liga entre su equipo y el Atlético de Madrid y para pedir a los aficionados que no se pusieran nerviosos, porque decía haber llegado al club para quedarse "por mucho tiempo".

Desde entonces, sus contactos con el consejo de administración del club se han ido reduciendo paulatinamente, hasta ser casi inexistentes desde hace semanas. Ahora, el Racing se encuentra formalmente en situación de suspensión de pagos y no reconoce de forma pública que desea la llegada de otro inversor.

"Lamento lo que está pasando y estoy triste por esta situación que atraviesa el equipo. No hay necesidad, porque yo tengo dinero para invertir", asegura Ali Syed en su entrevista a "Vanity Fair".

Sin embargo, la propia revista pone en duda que sea así, al afirmar que el empresario indio tiene congeladas sus cuentas bancarias en Suiza y Baréin que el dinero que tiene depositado su empresa WGA en los bancos del emirato "solo asciende a 5.000 euros".

De hecho, el empresario indio ya no habla en la entrevista de las inversiones millonarias que prometió en sus primeros meses en Santander, sino de invertir en el club lo que su "bolsillo permita".

"Vanity Fair" también se hace eco de las demandas que han presentado contra él en Australia, Nueva Zelanda y la India, en la que le acusan de haberles estafado en unas operaciones de crédito.

Alí Syed dice que esas acusaciones son falsas y se deben al deseo de "venganza" de unos empresarios cuyas compañías quebraron después de que él les negara los préstamos que le pedían.

El empresario indio también niega que quisiera comprar el Racing para luego vendérselo a la familia real de Baréin, como sugirió el presidente del club, Francisco Pernía, en abril, cuando aseguró que "detrás que detrás de WGA hay alguien importante de la familia real de Baréin".

"Compré el Racing por mi ambición y porque quería entrar en el mundo de los deportes. Me gusta el fútbol. Y quería diversificar mis inversiones deportivas", dice ahora Ali Syed, que añade: "Quiero el club para mí y para mi familia".

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