El Valencia, cerca de lograr su objetivo al ritmo del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

  • Valencia.- El Valencia está cerca del objetivo de ser tercero en la Liga española 2009-2010, tras haber avanzado por la competición con una personalidad completamente desdoblada, que recuerda la dualidad existente entre el Doctor Jekyll y Míster Hyde.

El Valencia, cerca de lograr su objetivo al ritmo del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
El Valencia, cerca de lograr su objetivo al ritmo del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Valencia.- El Valencia está cerca del objetivo de ser tercero en la Liga española 2009-2010, tras haber avanzado por la competición con una personalidad completamente desdoblada, que recuerda la dualidad existente entre el Doctor Jekyll y Míster Hyde.

La principal prueba de esta trayectoria irregular es que un inicio de Liga muy dubitativo en casa ha dado paso a una solidez como local sin apenas precedentes, mientras que el arranque fulgurante del equipo a domicilio se había diluido hasta el triunfo del sábado en Barcelona (0-2 ante el Espanyol).

Precisamente en ese encuentro se dio la última prueba de la dualidad del actual Valencia, puesto que tras una mala primera parte, reaccionó en la segunda y logró una victoria a domicilio casi cuatro meses después de la anterior.

Incluso el entrenador, Unai Emery, ha aludido recientemente a las dos caras ofrecidas por el equipo al alabar la mostrada en casa y criticar la ofrecida como visitante.

El libro "El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde" fue publicado en 1886 por el escritor británico Robert Louis Stevenson, autor también de "La isla del tesoro".

En sus páginas se analiza un caso patológico de desdoblamiento de personalidad, al que se ha aludido con frecuencia en los últimos años para explicar situaciones en las que el bien y el mal se combinan de forma extrema, tal y como le ha ocurrido al juego del Valencia en esta campaña.

El punto de inflexión se produjo alrededor del ecuador de la Liga cuando un equipo que lo ganaba casi todo a domicilio empezó no sólo a perder sino a recibir goleadas en sus desplazamientos, al tiempo que ese mismo conjunto, que tenía problemas en casa, comenzó a dar alegrías a su afición.

Otra de las paradojas de este irregular Valencia se ha dado en la portería, donde César Sánchez, con 38 años, se ha convertido en una de las referencias del equipo por las numerosas ocasiones de gol que ha sido capaz de desbaratar.

Ha sido tan desconcertante esta situación, que César ha sido muy elogiado a pesar de que en los cinco desplazamientos anteriores recibió quince goles, circunstancia que no ha empañado su trayectoria.

Es más, el jugador se encuentra cerca de renovar su contrato y ninguna voz se ha levantado para que Miquel Ángel Moyà, al que arrebató la titularidad a finales del pasado año, vuelva a ocupar la portería.

Otra prueba más de este desdoblamiento de personalidad es que en la segunda vuelta el Valencia ha recibido diecinueve goles, uno en casa y dieciocho a domicilio.

Aunque ningún jugador lo ha manifestado de forma explícita, otro de los argumentos barajados para justificar lo ocurrido es que desde hace algunas semanas existe el convencimiento entre la plantilla de que, con ganar los partidos de casa, iba a ser suficiente para ser tercero, aunque la victoria ante el Espanyol podría refutar esta tesis.

La enésima prueba de esta situación de contraste permanente se ha producido en las expulsiones, ya que el equipo llegó limpio al mes de febrero, pero desde entonces las dobles amarillas y las rojas directas han estado presentes habitualmente en los encuentros del equipo.

Ninguna tarjeta en veintidós partidos ha dado paso a ocho expulsiones en doce encuentros, aunque el sábado, el equipo volvió a terminar el encuentro sin tarjetas.

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