Correr todo el partido, tocar el balón pulcramente, tener paciencia y dominar al rival, son las premisas que el técnico argentino Jorge Sampaoli ha inculcado a la selección chilena, llevándola a obtener su primer título de selecciones, pero además, una identidad de juego que ha provocado respeto y envidia en el mundo fútbol.
En las dos primeras fechas de las clasificatorias mundialistas los jugadores chilenos no se salieron del libreto, ganando ante Brasil y Perú, pero frente a Colombia, en la tercera fecha, algo pasó, algo no funcionó, y la 'Roja' terminó empatado 1-1 en casa ante los cafeteros, dejando inquietud en la hinchada.
"Sin brillo, sin contundencia, sin alma. Chile acostumbró a todo un país a los festejos después de la Copa América y, anoche, no pudo cumplir", criticó el matutino chileno La Tercera, un día después del duelo.
Pareciera un comentario demasiado crítico, tomando en cuenta que con este empate, Chile tiene siete puntos, sigue invicto y es segundo en la tabla de posiciones detrás del puntero Ecuador (9).
Pero el fútbol mostrado por Chile distó de lo que habitualmente hace y, si bien en el primer tiempo fue el absoluto dominador del juego, en el segundo Colombia tomó la batuta de las acciones, quitándole a La Roja sus mayores virtudes: la dominación del rival y su verticalidad ofensiva, un guion que, al parecer, los cafeteros supieron contrarrestar.
"El desorden atentó con nuestra opciones ofensivas", se quejó Sampaoli tras el juego.
Adicionalmente varios jugadores mostraron un nivel más bajo de lo habitual, principalmente Alexis Sánchez, el delantero del Arsenal inglés, que arrastra una extenuante temporada en su club, lo que se notó ante los colombianos.
Desaparecido en acción, el 'Niño maravilla', aparte de un par de jugadas lucidas, no mostró el desplante de energía física al que tiene acostumbrado a sus fanáticos, ni tampoco esa picardía con el balón con el que sorprende a sus rivales.
El propio Sampaoli hizo notar el menor nivel de Alexis, recalcando, además, que otros jugadores como Jorge Valdivia o Eduardo Vargas, tienen pocos minutos de juego en sus clubes, por lo que no llegan con el roce que él esperaría.
El futuro para Chile se llama Uruguay, un equipo al que ganó en cuartos de final de la Copa América en un escandaloso partido, y que ahora debe enfrentar el martes en la cuarta fecha, en Montevideo.
El ejemplo de Colombia podría ayudar al técnico Oscar Tabarez para sacar conclusiones interesantes de cómo jugarle a Chile, que además del tropezón que sufrió en su juego ante Colombia, vive la proximidad de una tormenta.
El presidente del fútbol chileno, Sergio Jadue, no asistió al partido en el Estadio Nacional de Santiago debido a que dejó interinamente su cargo por una licencia médica de 30 días, en medio de rumores de su renuncia por una supuesta vinculación con el escándalo de sobornos en la FIFA.
Adicionalmente agentes de la Policía Civil chilena se presentaron este viernes en las instalaciones del ente rector del fútbol chileno para notificar a Jadue y a otros tres dirigentes sobre una investigación sobre la recepción de honorarios de forma irregular.
La Federación chilena es una corporación, y la ley local indica que ninguna institución de este tipo puede entregar honorarios a sus directivos.
Al final de encuentro, el técnico Sampaoli dejó un manto de dudas sobre qué pasará si Jadue renuncia definitivamente, toda vez que fue él quien lo llevó a la selección chilena en 2012.
"Cuando me informen, seré prudente en saber qué medida tomar como entrenador", afirmó el técnico argentino.
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