El vestuario se desmarca de las críticas sobre "el circo" de la selección

  • El vestuario de la selección portuguesa, cuya historia está salpicada de episodios turbulentos, se ha desmarcado de las críticas que tildan de "circo" al entorno del equipo, que debuta ante Alemania este sábado en la Eurocopa.

Antonio Torres del Cerro

Opalenica (Polonia), 6 jun.- El vestuario de la selección portuguesa, cuya historia está salpicada de episodios turbulentos, se ha desmarcado de las críticas que tildan de "circo" al entorno del equipo, que debuta ante Alemania este sábado en la Eurocopa.

El "Gran Hermano" mediático de la selección lusa y los intentos de algunos patrocinadores en transformarla en "un circo" son los principales dardos lanzados por el veterano entrenador Manuel José y el exseleccionador Carlos Queiroz, respectivamente.

Las declaraciones de ambos, proferidas a una radio en Lisboa, aterrizaron en la localidad polaca de Opalenica, donde Portugal se concentra en la Eurocopa, con cierto estruendo e hicieron recordar viejos y conflictivos tiempos, como los del Mundial del 86 o de 2002, cuando el vestuario vivió un ambiente turbio.

"A mí no me compete juzgar. Todos tienen derecho a su opinión, pero nosotros, como jugadores, intentamos restarles valor", aseguró el central Bruno Alves en el cuartel general de Opalenica.

Su comparecencia fue interpretada por muchos como una forma de frenar el estado de ansiedad creado en torno al equipo.

Alves, de 30 años y 50 veces internacional, es el segundo capitán del equipo -detrás de Cristiano Ronaldo- y considerado uno de los líderes del vestuario.

Para el futbolista, las críticas son inoportunas, pues Portugal acaba de perder un amistoso ante Turquía (1-3) y aguarda a su rival Alemania, el sábado, dentro del grupo B, donde también jugará ante Dinamarca y Holanda.

"No es el momento oportuno, pero normalmente las críticas vienen cuando no se hace un partido exitoso", razonó.

En un discurso pétreo, el central del Zenit de Petesburgo pidió el apoyo de los portugueses y refutó los argumentos de Manuel José, quien censuró las imágenes de algunos jugadores recibiendo un masaje durante la concentración en Portugal: "Esto no puede ocurrir de ninguna forma, parece el Gran Hermano", lanzó el técnico.

"Pienso que no, la preparación se hizo mucho antes y nosotros, los jugadores, solo teníamos que cumplir aquello que nos pidieron fue así lo que sucedió", justificó el antiguo jugador del Oporto.

El exentrenador del Sporting de Lisboa, Benfica y el egipcio Al Ahly se refería a la agitada agenda social de Portugal y a los numerosos días libres concedidos por el seleccionador Paulo Bento, cuya lema es "a la máxima libertad, máxima responsabilidad".

"Fue bueno para relajarnos un poco, pero claro, cuando tenemos libertad es demasiada y cuando no la tenemos es por que no la tenemos", contestó el Alves.

Sin embargo, la despedida con pompa en Óbidos, su cuartel general en Portugal; un acto celebrado en la Fundación Champalimaud; y una recepción oficial con el jefe del Estado luso, Aníbal Cavaco Silva, suponen trabas a la preparación de los futbolistas, según Manuel José.

Al coro de críticas, se unió el exseleccionador portugués Queiroz (2008-2010), actualmente preparador de Irán.

"Una de las iniciativas que me fue propuesta antes del Mundial -de 2010 en Sudáfrica- era la de que yo escogiera a 22 futbolistas y que el último jugador de la convocatoria fuera elegido por el pueblo", confesó.

El entrenador del Real Madrid en la temporada 2003-2004 aseguró que se opuso a participar en "determinadas acciones que eran perjudiciales para el equipo" y se lo hizo saber a los dirigentes de la Federación, quienes le recordaban que con su actitud se enfrentaba a "personas con mucho poder".

Queiroz, que abandonó el banquillo de la selección envuelto en polémica por supuestamente impedir un control antidopaje, recordó que esas mismas personas "con fuerza y mucho poder" demandaron su salida de la selección, consumida en septiembre del 2010, cuando el propio Bento le reveló en el cargo.

Esquivo, Bruno Alves acabó por sucumbir al "acoso" de los periodistas y resumió el sentimiento de la selección: "No estamos de acuerdo, pero tenemos que saber convivir con ello".

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