Vila-real (Castellón), 4 dic.- El Villarreal volverá mañana a entrenar para preparar su despedida de la Liga de Campeones ante el Nápoles en el campo de El Madrigal, en un partido que llega en el peor momento deportivo del equipo en los últimos años.
El Villarreal no se juega nada en este encuentro, que llega tras su derrota en Santander ante un Racing que era colista antes de comenzar el choque.
El partido ante el Nápoles no tiene trascendencia deportiva para el Villarreal, pero tanto los jugadores como el técnico Juan Carlos Garrido se muestran esperanzados en poder sumar una victoria para despedir la máxima competición europea, ya que han perdido los cinco encuentros jugados hasta ahora.
El centrocampista Bruno Soriano afirmó que el equipo necesita una victoria y que no les gustaría cerrar esta edición de la competición sin sumar ningún punto.
En la misma línea se ha pronunciado su compañero Ruben Gracia "Cani", quien negó que el partido ante el Nápoles no tuviera interés.
"Para nosotros ganar en Europa es una obligación por lo que supone, tanto en lo deportivo como en lo económico. Y por ello, tenemos ganas de sumar una última victoria", dijo.
Cristian Zapata y Javier Camuñas se encuentran en la recta final de su recuperación, por lo que es posible que al menos el colombiano pueda estar en la convocatoria para el encuentro del miércoles.
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