El táser es esa porra eléctrica que se ha hecho tristemente célebre por la utilización que de ella hacen los policías de algunos estados norteamericanos. Considerado un elemento de tortura por el Comité antitortura de la ONU, el táser manda una descarga eléctrica que te deja doblado y te hace caer al suelo. Uno no querría estar cerca de uno voluntariamente. Bueno, solo si eres jugador de Tazer Ball.
Este deporte de nueva creación ya cuenta con una liga (la Ultimate Tazer Ball) y, de momento, con cuatro franquicias. Consiste en dos equipos de cuatro jugadores que tienen que marcar goles con una pelota gigante. Si un rival se te escapa, puedes placarlo o utilizar el taser.
Así contado, es imposible de creer que se practique un deporte así de brutal. Pues ocurre. Y es así.
El creador del táser no podía imaginar que su artilugio acabase inspirando un deporte. En 1974, Jack Cover, un ingeniero de la NASA, puso en circulación el invento. A través de una descarga eléctrica, el táser incapacita neuromuscularmente durante un tiempo a quien se le aplica.
Desde 1999, policías de más de una decena de países del mundo, entre los que no está España, pero sí Francia o Reino Unido, lo utilizan. Según estudios norteamericanos, los agentes que lo llevan encima sufren una media de un 76% menos de lesiones en situaciones de peligro.
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