España perdió en Argentina. Escuece más el resultado que lo sucedido sobre el terreno de juego. Cuatro goles contra uno y tres postes. Nos sienta mal, por la falta de costumbre, leer que alguien ha osado hacerle cuatro goles a la que selección que consideráramos imbatible. Pero fútbol es fútbol, que diría el mítico Boskov.
España afrontó un partido amistoso que Argentina convirtió en su particular final mundialista. No es excusa, pero no era el momento de jugar ese partido, por las fechas del calendario y por la motivación del rival, contrapuesta a la nuestra. La Roja está empezando la temporada, resacosa aún de su éxito. La Albiceleste se jugaba el futuro, resacosa aún de su fracaso.
Pese a todo, España perdió 4-1 porque tuvo 20 minutos de pájara. ¿Se merecen que se les dé palos cuando no hace dos meses que nos han hecho Campeones del Mundo? ¿Cuántas generaciones de españoles han esperado este momento? ¿Cuántas generaciones más tendrán que pasar hasta que se repita? Esperemos que pocas.
De momento, Del Bosque se ha ganado el derecho a que se respeten sus decisiones. Sú fútbol funciona no sólo porque decide cómo jugar, sino porque decide quién juega y cuándo juega. Ayer el turno de los que tuvieron menos protagonismo en el Mundial y el viernes pasado en Liechtenstein. Así se forjan equipos. Con esas decisiones se ganan campeonatos. España empezó ayer a ganar la Eurocopa 2012.
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