Español Berlanga (Auckland) admite que es "un sueño" competir en Mundial

  • El español Ángel Berlanga, jugador del Auckland City, aseguró que para los jugadores de la plantilla neozelandesa es un "sueño" competir en el Mundial de Clubes, que abrirá el miércoles contra el anfitrión Moghreb Athletic de Tetuan, campeón de la Liga marroquí.

Madrid, 7 dic.- El español Ángel Berlanga, jugador del Auckland City, aseguró que para los jugadores de la plantilla neozelandesa es un "sueño" competir en el Mundial de Clubes, que abrirá el miércoles contra el anfitrión Moghreb Athletic de Tetuan, campeón de la Liga marroquí.

"Participar en una Copa Mundial de Clubes de la FIFA es un sueño, sitúa el juego de uno a otro nivel. Estamos entusiasmados", reconoció el madrileño en declaraciones a la web de la FIFA.

El Auckland, si supera el encuentro inicial, se enfrentará al Setif argelino, campeón de la Liga de Campeones de África, y luego, en semifinales, el vencedor de este encuentro, se medirá al San Lorenzo de Almagro argentino, que posee la corona de la Copa Libertadores.

El futbolista español admitió que no conoce apenas al Moghreb de Tetuán, "aunque es el campeón de la liga marroquí, por supuesto, que no es fácil de ganar. Va a ser un rival muy competitivo, ya lo vimos con el Raja de Casablanca (en la pasada edición, el equipo marroquí venció por 2-1 al neozelandés", agregó.

Berlanga se declara madridista de corazón. El exjugador del Rayo Majadahonda tiene el carné de socio, al contrario que su técnico, Ramón Tribulietx, que es barcelonista, como su excompañero en el conjunto neozelandés Manel Expósito.

"Siempre que el Auckland se clasificaba para la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, el Barcelona estaba ahí, así que Manel Expósito se reía de mí. Ahora le ha tocado por fin al Real Madrid. Me gusta esta rivalidad que tenemos en el Auckland, aunque finalmente ha cambiado, menos mal", señala.

Berlanga explica que su jugador preferido del Real Madrid de todos los tiempos es el francés Zinedine Zidane, actual técnico del Castilla. "El simple hecho de ver un toque suyo del balón ya valía el precio de la entrada. Todo lo que hacía Zidane era clase", asegura.

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