La fortuna se ha aliado con Jordi Alba. Mientras que Sergio Ramos tenía que luchar con el combativo Naismith, en la banda izquierda el jugador del Valencia vivía un debut plácido. Taponó con soltura a Bannan y eso le permitió dedicarse a lo que más le gusta, proyectarse en ataque.
Desde el primer minuto, Alba ha demostrado una clara vocación ofensiva. En el minuto seis, tras combinar con Villa, apuró hasta línea de fondo y centró para que Silva abriera el marcador. Esa jugada, doblar al interior y llegar hasta el final del campo, la ha repetido constantemente durante todo el partido.
El juego del barcelonés guarda notables similitudes con el de Joan Capdevilla. Los dos se mueven constantemente en ataque, cumplen en defensa y no se complican con el balón. Jordi Alba ha encontrado en Puyol al apoyo para soltar la pelota cuando le encimaban, y ha sabido cubrir con soltura a su marcador, al que no ha dejado respirar en todo el partido.
La calidad de España es indiscutible, pero la falta de partidos de Capdevilla en el Benfica hizo saltar las alarmas en el lateral izquierdo. Sin embargo, en una posición tan difícil de cubrir, Vicente del Bosque ha encontrado un posible relevo al catalán. ¿Ha llegado la hora de Jordi Alba?
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