Forlán marcó su decimoséptimo gol en Liga

  • Madrid.- El delantero uruguayo Diego Forlán marcó nuevamente en jornada de Liga española, la trigésima, y elevó su cifra realizadora a diecisiete, que le mantienen en la quinta plaza de la tabla de goleadores.

Forlán marcó su decimoséptimo gol en Liga
Forlán marcó su decimoséptimo gol en Liga

Madrid.- El delantero uruguayo Diego Forlán marcó nuevamente en jornada de Liga española, la trigésima, y elevó su cifra realizadora a diecisiete, que le mantienen en la quinta plaza de la tabla de goleadores.

Forlán marcó de cabeza el segundo de los tres goles que el Atlético de Madrid le endosó al Deportivo de La Coruña. Poco después, el ariete uruguayo fue sustituido con el objeto de darle descanso para el partido de vuelta de la Liga europea que se disputará el jueves.

Gonzalo Castro Irizábal, una de las bazas ofensivas del Real Mallorca, tampoco vio puerta en esta jornada, pero su labor fue intensa durante los 93 minutos de encuentro, aunque recibiera una tarjeta amarilla.

"Chori" Castro disparó dos veces entre los tres palos pero sin fortuna. El Mallorca logró empatar a un gol en Almería, cerca del final del encuentro.

Walter Pandiani, del Osasuna, también anduvo escaso de acierto y balones. Su juego no pasó de discreto, aunque en su haber destaca que apenas recibió asistencias ofensivas. El ariete uruguayo tan sólo disparó en una ocasión entre los tres palos, y fue sustituido en el minuto 77. El Osasuna perdió 3-0 en el estadio del Valencia.

En otro encuentro, el arquero uruguayo Gustavo Adolfo Munúa, del Málaga, vio perforada su portería por dos veces.

Los suramericanos Poncio, argentino, y Suazo, chileno, ambos jugadores del Zaragoza, batieron a Munúa para establecer el resultado definitivo de 2-0.

Otro uruguayo básico en el esquema de un conjunto español, Néstor Fabián Canobbio, del Valladolid, nuevamente vio frustrados sus deseos de lanzar a la victoria a su equipo, que sigue cayendo en los puestos de descenso.

El Valladolid perdió por 2-0 en casa ante el Villarreal. Canobbio trabajó con denuedo pero sin recompensa.

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