Francia, un palmarés forjado "a la maison"

Francia, que disputa el domingo la final de la Eurocopa-2016 contra Portugal, en el Stade de France de Saint Denis, llega por tercera vez en 32 años al partido decisivo en una competición internacional que organiza.

Las dos últimas en las que fue sede, la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1998, las ganó con Michel Platini y Zinedine Zidane como líderes.

Desde que Argentina ganó el Mundial de 1978 en casa, ninguna selección que organizara Mundial o Eurocopa ha podido imponerse en casa, salvo Francia, que lo puede hacer por tercera vez.

Esa máxima se aplica menos en la Copa América, donde, desde 1980, Brasil, Uruguay, Colombia o Chile han ganado el título como locales.

Francia solo dejó escapar el lejano Mundial de 1938, cuando fue eliminada en cuartos de final por Italia, que se impuso por 3-1 en el Estadio de Colombes, y que acabaría llevándose el título, y la Eurocopa de 1960, cuando perdió en semifinales ante Yugoslavia por 5-4.

En aquella Eurocopa de 1960, Francia no pudo contar con sus estrellas Raymond Kopa y Just Fontaine. Cuando iba a ganando a los yugoslavos por 4-2 a falta de 28 minutos, sus rivales marcaron tres tantos casi seguidos (75, 78 y 79).

Los Bleus tuvieron que esperar a organizar otra competición internacional, la Eurocopa de 1984, para conseguir su primer título importante, tras ganar la final en el Parque de los Príncipes de París a España, por 2-0, con goles de Michel Platini y Bruno Bellone.

En aquella competición continental, Francia tuvo un recorrido limpio en la primera fase, derrotando a Dinamarca, Bélgica y Yugoslavia, con nueve goles a favor y dos en contra.

Como primera de su grupo, se enfrentó en semifinales a Portugal, segunda de la otra llave y rozó la eliminación, ya que los lusos ganaban por 2-1 en el minuto 98, en la prolongación, pero dos tantos finales de Jean François Domergue y Michel Platini, dieron la vuelta al resultado.

En la final, una España diezmada, que no pudo contar con sus centrales Antonio Maceda y Andoni Goikoetxea, suspendidos en semifinales contra Dinamarca, cayó ante Francia, por 2-0.

"Había una gran excitación en todo el país. Cuando llegábamos al estadio y veíamos ese fervor, todas las banderas tricolores en las tribunas, eso te daba alas", recordó en Le Parisien, antes de la Eurocopa-2016, Alain Giresse, socio de Platini en el centro del campo galo.

En el Mundial de 1998, Aimé Jacquet, el técnico francés, recibió muchas críticas por no convocar a David Ginola y Eric Cantona, y llevar a Christophe Dugarry, amigo de Zinedine Zidane, o Stephane Guivarc´h como delanteros.

Tras ganar en la primera fase a Sudáfrica (3-0), Arabia Saudí (4-0) y Dinamarca (2-1), Francia tuvo después muchas dificultades.

En octavos de final, necesitó recurrir a la prolongación para ganar a Paraguay (1-0) y en cuartos a los penaltis para doblegar a Italia.

En semifinales, iba perdiendo por 1-0 contra Croacia y acabó dando la vuelta al marcador con dos tantos de su defensa Lilian Thuram (47, 70), sus dos únicos goles en 142 partidos internacionales.

La final contra Brasil, que se vio marcada por una indisposición de Ronaldo, que pudo ser alineado pero no en su mejor forma, Francia arrasó (3-0).

"Era cuando íbamos al estadio cuando sentíamos la euforia, que iba a más a medida que avanzábamos en la competición. Contra Croacia o Brasil, necesitamos una hora para salir de nuestro lugar de concentración en Clairefontaine. Esa entrega era una motivación suplementaria para nosotros", recordó Guivarc´h.

El factor campo le ha ido casi siempre bien a Francia, que tiene el domingo la oportunidad de lograr el cuarto título importante de su historia, y el tercero en casa.

El único de sus cuatro títulos que logró fuera de casa fue la Eurocopa de 2000, cuando ganó en la final de Rotterdam (Holanda) a Italia en la prolongación, con un gol de oro de David Trezeguet.

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