Froome descansa en un colchón de cuatro minutos

  • La exhibición de fuerza de Chris Froome (Sky) en el Mont Ventoux le permitirá al británico disfrutar de la segunda jornada de descanso en un colchón de 4 minutos sobre sus perseguidores, el holandés Bauke Mollema (Belkin) y el español Alberto Contador (Saxo), quienes a su vez están separados por 11 segundos.

Mont Ventoux (Francia), 14 jul.- La exhibición de fuerza de Chris Froome (Sky) en el Mont Ventoux le permitirá al británico disfrutar de la segunda jornada de descanso en un colchón de 4 minutos sobre sus perseguidores, el holandés Bauke Mollema (Belkin) y el español Alberto Contador (Saxo), quienes a su vez están separados por 11 segundos.

Resignación entre los favoritos ante el poderío de Froome, que acabó en el ascenso al "Gigante de Provenza" con cualquier duda y debate sobre sus debilidades y el potencial de su equipo.

Con o sin el Sky, en el cara a cara no tiene quien le trate de tú. Lo intentó de nuevo el colombiano Nairo Quintana desde lejos con uno de sus demoledores ataques, pero el nuevo líder del Movistar, tras el hundimiento de Alejandro Valverde, también terminó por claudicar.

Froome percutió en tres fases en el Ventoux: una primera aceleración a 7 de meta que sirvió para descolgar a Contador, una segunda a 6 que trató infructuosamente de clavar a Nairo, y una tercera que dejó definitivamente a la pluma colombiana.

Otra cosecha de tiempo que cambió los dígitos en la general. Cuatro minutos es una distancia que los propios rivales de Froome admiten como insalvable, si bien la "vergüenza torera" les impide tirar la toalla antes de tiempo.

Es el caso de Alberto Contador, que continúa agarrado a que "el Tour no ha terminado y quedan los Alpes", pero sí admite que Froome "es muy superior a todos, como demostró también en Pirineos, y así es muy difícil batirle".

Superioridad aparte, tampoco el madrileño respira como antaño. Sin respuesta ante los ataques de Froome, se vio obligado en el Ventoux a cumplir con el papel del superviviente que trata de "regular el ritmo para perder lo menos posible". Aspiración devaluada.

Más conformista parece el holandés Bauke Mollema desde su segunda plaza. Dio por bueno el "inmenso dolor de piernas" con el que terminó en el Ventoux con tal de mantener su plaza. Pocos contaban con el líder del Belkin para el podio y ahora tratará de agarrarse él en los Alpes.

En espera de comprobar las prestaciones del checo Kreuziger y del holandés Ten Dan, a 4:28 y 4:54 respectivamente de Froome, se sube a la lucha por el cajón y por méritos propios Nairo Quintana.

El dinamitero colombiano ya se ha cosido los galones de líder del Movistar. Sexto a 5:47 asume las funciones de Valverde y tiene ante sí el mejor recorrido posible, con dos finales en alto, Alpe D'Huez y Semnoz, y la cronometrada de Chorges, que incluye dos puertos de segunda en su recorrido.

"Estoy preparado para asumir el liderato del equipo y espero no fallar. El objetivo es el podio", asegura ambicioso el corredor de Boyacá.

Mientras cada uno se hace sus cuentas, Froome ya disfruta en su hotel de la segunda jornada de descanso tras alcanzar en el Ventoux "la victoria más importante de mi vida".

"Yo no me veía ganando esta etapa, yo quería un colchón en la general", dijo.

Pues ese colchón de más de 4 minutos le permitirá soñar que va a suceder a su compatriota y compañero Bradley Wiggins el próximo día 21 en la capital francesa. Desde el Ventoux se ve París.

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