Froome, el fiel escudero, apunta al podio

  • El británico Christopher Froome es el más fiel escudero del líder del equipo Sky, su compatriota Bradley Wiggins, pero la fuerza que ha dejado ver en el Tour de Francia le permite aspirar también a subir al podio de París.

Luis Miguel Pascual

Besançon (Francia), 8 jul.- El británico Christopher Froome es el más fiel escudero del líder del equipo Sky, su compatriota Bradley Wiggins, pero la fuerza que ha dejado ver en el Tour de Francia le permite aspirar también a subir al podio de París.

Nacido en Kenia, criado en Sudáfrica, pero británico de nacionalidad, Froome se define como un ciudadano del mundo que aparece como la segunda pieza más importante del equipo de "Su Majestad" y todo apunta a que también querrá desarrollar sus propias ambiciones.

Ante todo, el segundo hombre aparece como una opción de recambio en el caso de que Wiggins falle en una carrera de tres semanas, una duración en la que nunca ha logrado subir al podio.

Algo que sí sabe lo que es Froome, que fue segundo en la pasada Vuelta a España, una carrera en la que se reveló al mundo y que perdió frente al español Juan José Cobo por 13 segundos, por las bonificaciones.

También fue a esa competición como gregario de Wiggins, pero la carretera puso a cada uno en su lugar.

Superó a su jefe de filas en la contrarreloj de Salamanca, donde fue segundo tras el especialista Tony Martin, y posteriormente se impuso en Peña Camarga, una etapa de montaña, lo que le propulsó a la lucha por el maillot rojo.

Nada hace pensar que Froome no vaya a respetar la jerarquía en el Tour. Fiel gregario, el oriundo de Nairobi asegura en todo momento que está en la ronda gala para contribuir a que Wiggins sea el primer británico que entre de amarillo en París.

En las etapas de montaña ha mostrado que es superior a su patrón. En la Planche des Belles Filles, tras haber impuesto un ritmo fuerte durante la última parte de la ascensión, tuvo fuerzas para anotarse la victoria de etapa ante los tenores del pelotón.

Wiggins logró hoy imponer su rango en la lucha contra el crono. Pero con todo lo especialista que es Wiggins, un hombre formado en la pista, la mejor preparación para pelear contra el reloj, apenas superó por 35 segundos a Froome, procedente de la bicicleta de montaña, menos acostumbrado a las cronometradas.

Froome nació en Kenia hace 27 años, pero cuando tenía 15 se trasladó a Sudáfrica.

Hijo de padres kenianos de origen británico, la bicicleta fue parte de su niñez.

"Era mi medio de transporte. Allá donde fuera, iba en bici. Vivía en mi bicicleta", narra el ciclista.

La afición se tornó en pasión cuando llegó a Sudáfrica y comprendió que, además de un medio de transporte, la bicicleta era también una forma de competición.

Fue allí donde comenzó a correr y donde entendió que el ciclismo era un deporte. Su pasión por la bicicleta y su talento le fueron abriendo camino.

Primero en la bicicleta de montaña, donde desarrolló su talento por las montañas.

En 2006 y en 2007, bajo la bandera de Kenia, corrió los mundiales sub-21, pero al año siguiente ya lo hizo como súbdito británico.

La llegada a Europa se produjo a través de un centro de entrenamiento que la Unión Ciclista Internacional tiene en Suiza, pero también en algún periodo en España.

Su primer equipo profesional fue el sudafricano Barloworld, con el que debutó en el 2008 en el Tour de Francia, a las órdenes del colombiano Mauricio Soler.

Dos años más tarde aterrizó en el recién formado Sky, donde su carrera ha sido meteórica.

Ahora, sus opciones de subir al podium de París son reales, aunque están supeditadas a las necesidades del líder.

"No esperábamos que a estas alturas estuviera tan arriba. A diferencia del año pasado, ahora tenemos un plan B, por si yo fallo. Con el paso de las etapas veremos si podemos seguir intentando que suba al podio de París o si hay que sacrificarlo", asegura Wiggins. El jefe habla y el escudero, asiente.

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