Fundéu BBVA: De "réferis" y "orsais"

  • Lanueva edición del Diccionario académico, recién publicada el pasado 16 de octubre, se ha acordado del deporte rey a la hora de ampliar y actualizar el vocabularioespañol.

David Gallego Barbeyto

Madrid, 20 de octubre.- Lanueva edición del Diccionario académico, recién publicada el pasado 16 de octubre, se ha acordado del deporte rey a la hora de ampliar y actualizar el vocabularioespañol.

Tras contrastar la mayor o menor presencia de una voz o expresiónen muy diversos medios, la Academia decide qué palabras retirar del Diccionario y cuáles mantener entre sus páginas, cuáles no incorporar ala nómina de las novedades y qué otras sumar a las recogidas en ediciones anteriores.

En términos futbolísticos, puede afirmarse que los académicos son fedatarios yárbitrosdel lenguaje.Yquien diceárbitrotampoco erraría si optase por "réferi", esdrújula conforme a la pronunciación más acorde con"referee"(el vocablo inglés del que precede),o por"referí", aguda de acuerdo con la pronunciación predominante en Argentina, según indica el"Diccionario panhispánico de dudas".

Ambas formas se consideran válidas y quedan registradasno soloenel"Diccionario de americanismos", que ya venía otorgándoles su parabién, sino también ahora enel remozado Diccionario académico, el Diccionario por antonomasia.

Con ello no se hace sino dar carta de naturaleza a una adaptación que ya campaba a sus anchas en las noticias sobre la Liga BBVA: "Messifue agredido por Weligton, pero el réferi no expulsó al jugador del Málaga" o "La pierna del portugués impactó sobre su rival y el referí, Clos Gómez, marcó penal", ejemplos adecuados ambos.

Pues bien: si a partir de"referee"se ha terminado extendiendo y asentando"réferi"o"referí", el"offside"inglés, amén de traducirse como"fuera de juego", se ha adaptado al español como"órsay", con tilde en la"o",plural"orsais".

Más allá de que esta alternativa refleja con deslizadera libertad la pronunciación original, la belleza de esta voz reside en la coherencia entre su significado y su relación con la Real Academia Española.Si"órsay"fuese un futbolista, su demarcación sería sin duda la de delantero: uno de esos atacantes que "viven" en la línea defensiva del equipo rival, dando un paso adelante y otro hacia atrás para mantener en jaque a los zagueros, siempre al filo del fuera de juego.

Y es que "órsay"no es tanto una novedad como unarendición. Considerandola actual familiaridad con el inglés, difícil sería que"offside"dierahoy lugar a este"órsay"tande andar por casa en pantuflos. A buen seguro, si se recoge ahoraesta grafía es porque fue la que se popularizó hace décadas, cuando los hispanohablantes éramos menos políglotas y cosmopolitas, hasta el punto de quela Academialapropuso para su incorporación,sin resolverse finalmente a ello ycon pronunciación aguda ("orsay", no"órsay"), en susmanualesde 1984 y 1989.

Quizá por alipori, los miembros de la Academia, en tanto quejueces y referís, resolvieron dejar"órsay"precisamente en orsay.Pero ahora, asumiendo que su uso se halla efectiva y afectivamenteasentado entre los hablantes de cierta franja de edad, esta nuevaversión del Diccionario acaba porprohijarla.

De acuerdo con lo antevisto, en fin, en un ejemplo como"Gol en orsay de Cristiano", habría sido preferible escribir "Gol en órsay de Cristiano", como palabra llana, o "Gol en fuera de juego de Cristiano", optando por la traducción.

Adaptar y traducir extranjerismos, en fin, son recursos consustanciales a toda lengua para acrecentar su caudal léxico. No es una concesión novedosa ni disparatada: no en vano, "réferi" y "órsay"no hacen sino alargar la senda ya transitada por términos como"córner/saque de esquina"(de"corner") o el sustantivo que da nombre al deporte:"fútbol/balompié"(a partir de"football").

La Liga del Español Urgente es una iniciativa de la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia Efe y patrocinada por el BBVA, que tiene como objetivo principal el buen uso del español en los medios de comunicación. EFE

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