Furor en la India por la victoria de su selección en el mundial de críquet

  • Nueva Delhi.- Miles de personas se echaron esta madrugada a las calles de las principales ciudades indias para festejar la victoria del combinado de la India en el campeonato del mundo de críquet, un título que no levantaba desde 1983.

Furor en la India por la victoria de su selección en el mundial de críquet
Furor en la India por la victoria de su selección en el mundial de críquet

Nueva Delhi.- Miles de personas se echaron esta madrugada a las calles de las principales ciudades indias para festejar la victoria del combinado de la India en el campeonato del mundo de críquet, un título que no levantaba desde 1983.

Poco después de terminar la final, que enfrentaba a la India y a Sri Lanka en el estadio de Wankhede (Bombay), los aficionados comenzaron a tirar petardos y hacer ondear banderas tricolores en sus vehículos, sobre los que se subieron los más osados.

El críquet, una de las pocas disciplinas deportivas en las que la India dispone de una selección competitiva, es con diferencia el deporte más popular del sur de Asia, y el partido mantuvo pegados a los televisores a millones de personas.

La India derrotó a Sri Lanka en un enfrentamiento de mérito: los ceilaneses alcanzaron 274 carreras en su turno de bateo, una cantidad estimable, gracias sobre todo a la actuación de Mahela Jayawardene, que marcó más de un centenar.

Tras un inicio ominoso de su turno y marcado por la eliminación de su primer bateador, Virender Sehwag, los jugadores indios lograron rehacerse y, cuando nadie parecía creer en su victoria, terminaron por remontar y levantar el trofeo.

El capitán indio, Mahindra Singh Dhoni, fue nombrado el hombre del partido, aunque en la remontada india también tuvo mucho que ver el tenaz bateo de Gautam Gambhir, un jugador señalado por los críticos deportivos que se sacó de la manga 97 carreras.

La India logró las 275 carreras necesarias para ganar a falta de diez bolas de juego, tras ocho horas en las que ambos equipos pudieron ganar y mostraron porqué llegaron a la final, con una buena colocación y un bateo demoledor.

La final se jugó en el estadio de Wankhede, en la ciudad india de Bombay (oeste), con capacidad para 33.000 personas, y el alto precio de las entradas convirtió el partido en una romería de actores de cine, políticos, empresarios y otras personalidades.

"Me uno al país en felicitar al equipo en su victoria. Han enseñado al mundo que la India está en lo más alto del juego. Demostraron un gran espíritu de equipo", afirmó el primer ministro de la India, Manmohan Singh, en un mensaje a los jugadores.

Esta es la segunda vez que la India se proclama campeona del mundo de críquet, veintiocho años después de lograr su primer título, y como suele suceder en estos casos, la victoria ha desatado ya una intensa ola de retórica nacionalista.

"Oigo los ánimos de todo el país. Mil cien millones de personas hechas solo una. Soy un indio orgulloso. Me inclino ante ti, madre (patria)", afirma hoy mismo en la red social Twitter un aficionado, entre muchos.

La India derrotó en semifinales a su tradicional enemigo del sur de Asia, Pakistán, cuyo primer ministro, Yusuf Razá Guilani, felicitó deportivamente a los ganadores en un comunicado.

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