Paseo triunfal de Rosberg en una carrera para olvidar de los españoles: Sainz y Alonso abandonaron

Diego Mariño

El Gran Premio de Europa se estrenaba en Bakú en un circuito urbano en el que se preveían muchos accidentes, pero para la felicidad de las escuderías y pilotos no fue así. Rosberg hizo la 'pole' y nunca se bajó de la primera plaza para poner tierra de por medio con Hamilton en el Mundial. El británico remontó cinco puestos y finalizó quinto, en una carrera en la que triunfó Checo Pérez consiguiendo su segundo tercer puesto de la campaña. Los españoles lucharon por los puntos, pero finiquitaron un fin de semana para olvidar. Primero abandonó Sainz por problemas en la suspensión trasera, y después lo hizo Alonso al no poder cambiar de marchas. Bastante hizo el asturiano llevando el coche de vuelta al garaje. 

La calificación del Gran Premio de Europa celebrado por primera vez en Bakú había dejado a Rosberg una posición privilegiada. El piloto alemán, que vio cómo Hamilton reducía su ventaja en el Mundial a tan solo 9 puntos, necesitaba volver a dar un golpe de autoridad, y todo estaba en sus manos desde la 'pole'. 

En una carrera que se presagiaba accidentada en las primeras vueltas tras lo visto en la GP2, los pilotos fueron conservadores en la salida, y Rosberg no vio en ningún momento peligrar su primer puesto, vislumbrando a lo lejos cómo Hamilton trataba de recortar diferencias desde la décima plaza. 

El GP comenzó de la peor de las maneras para Sainz, que perdió cinco posiciones por cambiar la caja de cambios, saliendo 18º. Alonso ganó una posición (13º), pero la lucha por los puntos se presentaba complicada. 

La carrera, dominada de principio a fin por Rosberg, fue cruel para ellos. Sainz llegó a ponerse octavo superando a Hulkenberg antes de realizar su segunda parada, pero a la vuelta a pista, el destino le tenía preparada una sorpresa non grata el de Toro Rosso. 

En la vuelta 33 de 51, Sainz abandonó el Gran Premio por un problema en la suspensión trasera de su monoplaza, tal y como explicó a sus ingenieros por radio. Es el segundo abandono de Sainz esta temporada, después de no terminar la carrera en Bahrein al inicio de curso. 

Mientras tanto, Alonso siguió sin problemas en pista con su McLaren, pero con un monoplaza que evidenció una tremenda falta de potencia. Luchaba por el duodécimo puesto a falta de 11 giros, pero hasta el Force India de Nasr le dejó atrás. 

En la parte de arriba, aparte del segundo y tercer puestos que monopolizaron los Ferrari de Vettel y Raikkonen, la gran revelación de la carrera fue Checo Pérez. 

El piloto mexicano salía séptimo en el circuito urbano de Bakú, pero protagonizó una remontada que le llevó al cuarto puesto, teniendo siempre en el punto de mira a un Raikkonen que tenía cinco segundos de penalización por superar el límite de velocidad en el pit lane. 

Con su Force India, Pérez ya había cosechado la tercera plaza en Mónaco, y en esta ocasión volvió a subirse al tercer cajón del podio por segunda vez esta campaña, certificando un fin de semana para enmarcar. 

No pudo decir lo mismo a 7 vueltas para el final un Fernando Alonso al que le falló el monoplaza, una vez más. El español no podía cambiar de marchas y llevó el coche al garaje como pudo con la caja de cambios bloqueada en cuarta velocidad. 

Tercer abandono de la temporada para Alonso, en un debut en Bakú que ninguno de los dos españoles querrá recordar. 

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