Herrera, de casi descartado a jugar todos los partidos del Mundial

  • Ramiro Herrera, el pilar de los Pumas, es un hombre con tesón. A finales del pasado mes de julio sufría una grave lesión en el ligamento interno y en el menisco de su rodilla izquierda. Quedaban menos de dos meses para disputar el primer partido del Mundial contra Nueva Zelanda.

Hasta ese momento, Herrera era titular en la primera línea de los Pumas y la lesión le hizo perder el puesto en beneficio de Nahuel Tetaz.

Pero el 20 de septiembre, Herrera empezó en el banquillo contra Nueva Zelanda y entró en el minuto 54 en lugar de Tetaz.

El pilar, nacido hace 26 años en Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, ha sido uno de los nueve jugadores de los Pumas que ha intervenido en los cuatro partidos de la selección argentina de rugby en el Mundial, tres desde el banquillo y uno como titular.

"A nivel personal, mi objetivo siempre fue sumar minutos y estar en el lugar que me toque, pero venía de una lesión. Estoy agradecido de estar acá y feliz de haber estado en todos los partidos de la fase de grupos. Ojala pueda estar en cuartos. Ya estoy al cien por cien", afirmó Herrera a la AFP.

Tetaz arrastra una lesión muscular tras el partido con Georgia, y esta semana retoma el entrenamiento con el grupo. Hourcade deberá decidir quién acompaña entre los dos a Agustín Creevy y Marcos Ayerza en la primera línea contra Irlanda, el domingo en Cardiff, en cuartos de final.

"Irlanda tiene una mentalidad ganadora increíble. Lo viene mostrando en el Campeonato de las Seis Naciones. Tiene un plantel muy competitivo. Cualquiera que entra lo hace de la misma manera. Lo veo convencido de su juego. Creo que es el rival de Europa que mejor rugby hace y está muy sólido en todas las líneas", afirma Herrera.

"La aspiración y el sueño de todos es ser campeón del mundo. Ojalá podamos. Tenemos plantel, ganas. En el sistema de destrezas estamos en todos los detalles. Sería increíble. Sabemos que primero tenemos que ir a cuartos de final, pero estamos convencidos de lo que hacemos", explica.

La familia de Herrera, quien empezó a jugar rugby en su Chubut natal, en el Chenque Club, llegó a Inglaterra el mismo día que Argentina jugaba el último partido de la primera fase, contra Namibia.

"Estaba emocionada por el partido contra Namibia. Espero que en cuartos nos vaya igual", afirmó tras la última victoria del grupo por 64-19.

"Mis padres fueron mis ídolos a la hora de bancarme en todo, a la hora de apoyarme en el deporte que me gustaba realizar", señala.

Tras comenzar en Chubut, Herrera jugó en el Hindú de Buenos Aires, antes de fichar por el Castres francés, donde estuvo la última temporada, pero el año que viene regresa a Argentina para integrar la franquicia que jugará el Súper Rugby, el campeonato profesional del Hemisferio Sur.

"Empecé a jugar al rugby a los nueve años por mi hermano y un amigo, que me llevaron al club. Al principio no me gustaba mucho, lo desconocía, después me empecé a enganchar. A los trece seguí porque seguían mis amigos del colegio. Ahí empecé a pensar que era del deporte que me gusta y que voy a seguir haciendo mientras me siga divirtiendo", señala.

Pese a la lesión, apenas 50 días antes del partido contra Nueva Zelanda, Hourcade lo esperó. Contra Irlanda jugará su encuentro en el Mundial.

psr/jt

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