La lección magistral de Iniesta ante el Sevilla alimenta la ilusión de España en la Eurocopa

Tiene 32 años, a todo el mundo le rondó por la cabeza que sus mejores días como futbolista habían pasada pero el pasado domingo Andrés Iniesta volvió a realizar un partido para el recuerdo en la final contra el Sevilla. En esta ocasión ni marcó ni asistió pero el capitán culé fue el verdadero rey de la Copa tras realizar una exhibición antológica ante el conjunto hispalense.

Sus regates, filigranas y controles en el partido en el que el Barcelona cerró el doblete serán tan recordados como gol en las semifinales de 2009 ante el Chelsea o su gol en la final del Mundial ante Sudáfrica ante Holanda. Porque el partido del centrocampista en el Calderón fueron palabras mayores.

El capitán culé decidió convertirse en protagonista cuando el equipo más lo necesitaba después de la expulsión de Mascherano. Ante la situación de inferioridad Andrés decidió acaparar el balón, darle sentido al juego y oxigenar a sus compañeros cuando era necesario. Una exhibición que no acabó pudo materializar con un tanto o una asistencia decisiva pero no fue necesario. Fue el mejor del partido y eso nadie lo discute. Su ruleta en los primeros compases de la primera mitad fue una auténtica declaración de intenciones de todo lo que iba a acontecer en un partido marcado por salir de la presión de tres jugadores con suficiencia y desequilibrio en la zona central.

Porque a falta de velocidad, Luis Enrique decidió tras su llegada al banquillo hacerle más partícipe en el juego otorgándole la brújula en el centro del campo hecho que ha provocado que se vea otra vez la mejor versión de un futbolista que perdió luz en el último año de Tito Vilanova y primero del ‘Tata’ Martino.

En estas dos últimas temporadas Iniesta ha vuelto a rozar el sobresaliente aunque sus números no sean excelsos. Su posición en el campo ha variado teniendo que sacrificarse más atrás y eso se refleja en la estadística. El año pasado fue clave en el triplete repartiendo ‘sólo’ ocho asistencias y anotando tres goles jugando como volante y este año ha repartido cuatro en otra temporada excelsa.

Con la Copa del Rey conquistada ante el Sevilla, el manchego levantó su título número 28 con el Barcelona y se convirtió en el jugador español con más títulos con 31. A los títulos como culé hay que sumarle dos Eurocopas donde fue decisivo y el mejor jugador de España (su nivel en Ucrania y Polonia fue sobresaliente) y en un Mundial donde llevó la batuta en la final y acabó marcando el gol de la victoria.

Será la estrella de España en la Eurocopa

Si Iniesta está a un nivel excelso a España le irá bien en la Eurocopa. Todo la sinergia del juego de la selección pasa por el estado de forma del que ha sido su verdadero referente en las época de vino y rosas. Siempre se destacaba la condición de un grupo de bajitos que jugaba al mismo son pero ahí siempre destacaba el jugador de Fuentealbilla.

Iniesta será el faro que debe guiar a la Selección española en Francia y Del Bosque le acompañará de jugadores como Busquets o Koke para que su sacrificio defensivo sea menor. Durante toda su etapa con el combinado nacional estuvo acostado en la banda pero este será el primer gran torneo donde parta desde una posición central, emulando a Xavi Hernández con el objetivo que el vació del jugador de Terrasa sea menor. Con Iniesta a este nivel España puede llegar lejos.