Italia-Inglaterra y la amarga despedida de Shilton

  • El único enfrentamiento en una fase final mundialista entre Inglaterra e Italia marcó la despedida de la selección inglesa de un histórico; el guardameta Peter Shilton, el jugador que en más ocasiones se ha enfundado la camiseta de Los Tres Leones (125).

Óscar González

Río de Janeiro, 13 jun.- El único enfrentamiento en una fase final mundialista entre Inglaterra e Italia marcó la despedida de la selección inglesa de un histórico; el guardameta Peter Shilton, el jugador que en más ocasiones se ha enfundado la camiseta de Los Tres Leones (125).

Shilton mandó en el arco inglés durante casi dos décadas. Sobrevivió en 1973 a una mala noche, frente a Polonia en Wembley, que dejó a Inglaterra fuera del Mundial de Alemania 1974, a la alternancia en la portería con Ray Clemence y, hasta a la "mano de Dios", pero en su retirada del fútbol internacional no tuvo el reconocimiento que hubiese merecido.

La mejor actuación de un conjunto inglés en un Mundial, al margen del título logrado en el torneo que organizó en 1966, se produjo en Italia'90, pero no obtuvo recompensa, tras ser apartado de la final en la tanda de penaltis frente a Alemania y desplazado del podio por la selección anfitriona (2-1).

En ambos partidos, Shilton estuvo en el centro de la polémica.

En la semifinal ante Alemania, Bobby Robson se guardó un cambio hasta el último momento. En los minutos finales de la prórroga, conocedor de que su guardameta titular (Shilton) sólo había detenido un penalti en los 123 encuentros anteriores, al técnico le asaltaron las dudas. En el banquillo, además, tenía a Dave Beasant, el primer portero que detuvo una pena máxima en una final de la Copa de Inglaterra. Pero se impusieron los galones; Robson no quería sacar del campo a Shilton, un meta que, con casi 41 años, había guiado a su selección hasta la penúltima ronda.

Shilton no detuvo ningún penalti, Stuart Pearce y Chris Waddle fallaron los suyos e Inglaterra tuvo que conformarse por luchar por el tercer puesto.

A por éste fue el 7 de julio, en Bari. Shilton se situó por última vez en la portería inglesa. Y quedó marcado por una jugada impropia de su experiencia. En el minuto 71, quiso controlar con los pies un pase de Pearce, antes de sujetarlo con las manos -aún no había entrado en vigor la norma que prohibía coger el balón- cuando se vio sorprendido por Roberto Baggio, que se lo arrebató y marcó.

David Platt logró la igualada diez minutos después, pero Shilton aún tuvo que enfrentarse de forma infructuosa a un nuevo penalti. Cometido por Paul Parker y ejecutado por Totó Schillaci, que le dejó sin medalla en su despedida.

Después de 125 encuentros, de participar en 3 Mundiales y mantenerse invicto en 10 de los 17 partidos de fases finales en los que fue alineado, Shilton dejó la selección para continuar su carrera en clubes menores, hasta los 46 años, para establecer un récord de 1.005 partidos entre los tres palos, en 30 años de carrera.

La alargada sombra de Shilton se proyecta hasta ahora. David Seaman, David Jones, Paul Robinson, Scott Carson o Joe Hart recogieron han ido recogiendo el testigo sin lograr una continuidad siquiera parecida. Señalados por errores increíbles, desde aquel Italia-Inglaterra, los "pross" no han encontrado el recambio adecuado.

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