Johan Cruyff, la huella de un mito universal que deja un legado imborrable

El mundo del fútbol llora la muerte de Johan Cruyff. Su fallecimiento ha generado consternación en el planeta. Un breve repaso de su vida alcanza para comprender el legado que ha dejado uno de los jugadores de fútbol más grandes de la historia.

Había nacido en Amsterdam, en 1947, en el seno de una familia de escasos recursos económicos. Aprendió a jugar al fútbol en la calle y a los 10 años ingresó en el Ajax, uno de sus lugares de identidad en el mundo, donde comenzó a labrar la leyenda. El 15 de noviembre de 1964, cuando tenía 17 años, debutó en el fútbol de primera división con ese club. 

Allí permaneció hasta 1973 y obtuvo seis títulos de Liga y tres copas de Europa. En 1971 ganó su primer Balón de Oro. Dos años después, en 1973, se produjo su desembarco en el F.C. Barcelona, el 'otro' gran amor de su vida futbolística (al margen de la selección holandesa y el Ajax), con quien permaneció identificado y unido hasta el último instante. El Barça lo fichó por 100 millones de pesetas. A finales de ese año, le concedieron el segundo balón de oro. A esa altura, ya asombraba al mundo con su juego, a pesar de ser desgarbado, de piernas finas y en apariencia frágil. Sin embargo, su estilo de juego revolucionario, elegante y brillante era motivo de elogio unánime. Allí conquistó la Liga en 1974 (año en el que recibió su tercer balón de oro) y jugó hasta 1978.

Durante ese período fue nombrado mejor futbolista europeo en tres ocasiones (1971, 1973 y 1974) y en 1974 también fue designado mejor jugador del Mundial disputado aquel año. Tras su paso como jugador por el club culé, militó fugazmente en la Liga profesional de EE.UU, y después fue el turno de hacerlo en el Levante, nuevamente en España.

Sus últimas estaciones como futbolista acontecieron nuevamente en Holanda. Volvió al Ajax, con 34 años y su regate eléctrico y limpio intactos. También su cambio de ritmo, su velocidad y su liderazgo permitieron al club ganar dos Ligas consecutivas más. Pero el Ajax no le renovó el contrato y, como represalia, Johan fichó por el eterno rival, el Feyenoord. Consiguió un doblete Liga-Copa y se retiró, con honores y por todo lo alto.

Tras el distanciamiento con el Ajax, hubo una reconciliación. En ese club comenzó a desarrollar posteriormente su faceta de entrenador. Sus logros en el banquillo destacaron tanto como anteriormente en el campo. Con un esquema de juego siempre bien definido y con carácter ofensivo de sus equipos, logró sus mayores victorias con el F. C. Barcelona, club al que entrenó entre 1988 y 1996. Durante esos años obtuvo cuatro ligas consecutivas (1991, 1992, 1993 y 1994) y una copa de Europa (1992), el título más soñado por los culés.

A pesar de su idilio con el Barcelona, hubo una pequeña mancha. Pese a sus extraordinarios triunfos, la mala gestión del equipo en 1996 movió a la directiva a cesarlo de su cargo. Inmediatamente, Cruyff recurrió la decisión ante los tribunales por considerarla despido improcedente.

A pesar de ello, la afición y el mundo culé siempre expresaron su amor incondicional por esta leyenda. Fue recíproco. Cruyff siguió viviendo en Barcelona, consciente de que seguía siendo un mito. Los partidos de homenaje en Nou Camp en marzo de 1999 son una prueba más de ello. En 2009, por otra parte, recibió el encargo de dirigir la selección de fútbol de la Comunidad Autónoma de Cataluña, y en 2010 fue nombrado Presidente de Honor del Fútbol Club Barcelona.

Un capítulo aparte merece su participación en la selección de fútbol de Holanda. Cruyff fue uno de los abanderados y que marcó una época con la famosa 'Naranja Mecánica'. En 1974, con Cruyff como líder, la selección se convirtió en subcampeona del mundo con un juego asombroso. La base de la selección holandesa eran los jugadores y el sistema del Ajax, precisamente.

En 1998 creó la Universidad Johan Cruyff, que imparte estudios para la administración y gestión de entidades deportivas. En 1999 fue homenajeado en Barcelona y Amsterdam y fue nombrado asesor de la UEFA.

Debido a su inmensa trayectoria como futbolista y entrenador, por haber sido el 'quinto más grande de la Historia' dentro de un campo de juego, Johan Cruyff fue, es y será uno de los personajes más influyentes de la historia del fútbol: entre el fútbol total de la selección holandesa y el estilo del Dream Team culé y la magia en el Ájax, su ausencia será imposible de olvidar.