Julian Draxler, la revelación alemana que profetizó Raúl

"Dará mucho a la selección alemana en un futuro no muy lejano": el español Raúl González, que entonces jugaba en el Schalke 04, pronunció esas palabras hace cinco años, cuando se acababa de unir al equipo de Gelsenkirchen un joven diamante en bruto de 17 años, Julian Draxler, que deslumbró el domingo con la Mannschaft en los octavos de final ganados por 3-0 ante Eslovaquia.

Draxler se perfila, por méritos propios, en una de las sorpresas positivas de la Eurocopa y en uno de los jóvenes llamados a protagonizar el futuro de la Mannschaft.

El domingo en el estadio Pierre Mauroy de Lille estuvo espectacular: desequilibrante, rápido, dotado con una técnica cinco estrellas y resolutivo. Suyo fue el pase de lujo, casi medio gol, para que Mario Gomez consiguiera el 2-0 ante los eslovacos y luego, en la segunda mitad, rubricó el 3-0 definitivo con un remate sutil y elegante en el segundo palo.

No había duda: era el mejor jugador del partido y como tal compareció en conferencia de prensa ante los periodistas, a sus casi 23 años, con una cierta timidez y manteniendo siempre un perfil bajo.

"El último partido no fue fácil para mí ya que no jugué. Hoy he tenido otra oportunidad y estoy feliz", declaró después del partido, ya con el billete para cuartos de final en el bolsillo.

Su partido de Lille era un premio por su esfuerzo para estar en esta Eurocopa.

El joven volante ofensivo del Wolfsburgo se lesionó el 12 abril contra el Real Madrid en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, donde su equipo perdió 3-0 y desperdició la ventaja 2-0 que había conseguido en la ida.

Fue un día triste para él no sólo por la eliminación sino porque la Eurocopa quedaba en el aire por ese problema en el muslo izquierdo.

Pero se recuperó contrarreloj, convenció a Joachim Löw y entró en la lista de 23 que viajó a Francia.

Ya desde niño muchos vaticinaban que Draxler tenía un futuro impresionante.

Con sólo 8 años fue 'captado' por el Schalke 04 para sus categorías inferiores, en las que fue escalando hasta el primer equipo. El entrenador Felix Magath le dio la primera oportunidad en el curso 2010-2011, la primera temporada de las dos que jugó Raúl en el equipo.

El exinternacional español acababa de dejar el Real Madrid y estaba ya en la cuesta abajo de su carrera, pero su nombre impresionaba por su palmarés y daba lustre a la Bundesliga.

Pero Raúl quedó impresionado con ese joven talentoso que compartía entrenamientos con el equipo y que jugó su primer partido con los mayores en enero de 2011, convirtiéndose, con 17 años y 177 días, en el jugador más joven en debutar con el Schalke 04 en la primera categoría alemana.

En ese 2011 ganó la Copa de Alemania y la Supercopa nacional con el Schalke, donde estuvo hasta 2015, cuando se unió al Wolfsburgo, donde juega actualmente.

Raúl abandonó el Schalke en 2013, pero desde entonces sigue siendo amigo de Draxler. Uno de los goles más recordados del español en Alemania fue con una asistencia de tacón de Draxler, que tiene al madrileño como uno de sus referentes.

"Es el mejor con el que he jugado", ha llegado a afirmar con el tiempo Draxler al hablar de Raúl y de cómo fue su gran maestro.

El ex del Real Madrid lo adoptó como uno de sus protegidos y le sirvió de mentor en los entrenamientos. Le ayudó a perfeccionar sus golpeos y a aprender a leer mejor los mano a mano contra los porteros rivales.

En 2014, Draxler fue campeón del mundo en Brasil pese a jugar sólo un cuarto de hora en el torneo: entró en el minuto 76 en lugar de Sami Khedira en la semifinal ya más que sentenciada ante Brasil, en el ya mítico 7-1 del Mineirao de Belo Horizonte.

Ahora puede ser campeón de la Eurocopa, pero esta vez su parte de responsabilidad sería muchísimo mayor.

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