El decimotercer triunfo liguero del Real Madrid contó con las buenas noticias del regreso de Kaká y Guti. El brasileño no jugaba desde el 29 de noviembre, el día del clásico en el Camp Nou ante el Barcelona.
El segundo capitán ha tenido un tiempo de ausencia aún mayor, de dos meses y medio. No había vuelto a disputar minutos desde el 27 de octubre, en la noche negra de Copa del Rey de Alcorcón, en la que fue sustituido en el descanso tras una discusión con Pellegrini. Al castigo inicial del técnico, se sumó una lesión muscular con hematoma que le ha mantenido doce encuentros alejado de los terrenos de juego.
Kaká, que se perdió por pubalgia los cinco últimos partidos del Real Madrid, fue titular. Estuvo activo, completando el tridente ofensivo del Real Madrid, y tuvo dos claras ocasiones de gol. Un mano a mano en la primera parte en el que chutó alto y un disparo en la segunda que sacó el portero del Real Mallorca Dudu Auote.
Guti, por su parte, entró al campo con el partido roto y sentenciado. Dirigió el juego del Real Madrid y dejó una bella asistencia picada a Gonzalo Higuaín. Entró al campo por Xabi Alonso, que se marchó cojeando. En la primera parte, la nota negativa del encuentro para el Real Madrid fue la lesión del holandés Rafael Van der Vaart, sustituido en el minuto 21.
También recibió un fuerte golpe el portero Iker Casillas, en el muslo derecho al chocar con Keita Otchico, que se lanzó a rematar y se encontró con el portero madridista. Es el tercer encuentro consecutivo que no recibe un gol.
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