Kenia repite triplete en 10.000 y barre con todas las medallas del primer día

  • Kenia escribió una página imborrable para los anales del atletismo al conseguir un triplete en la final femenina de 10.000 metros horas después de haber hecho lo mismo en el maratón, barriendo, por tanto, con todas las medallas que estaban en juego el primer día de los Mundiales.

Daegu (Corea del Sur), 27 ago.- Kenia escribió una página imborrable para los anales del atletismo al conseguir un triplete en la final femenina de 10.000 metros horas después de haber hecho lo mismo en el maratón, barriendo, por tanto, con todas las medallas que estaban en juego el primer día de los Mundiales.

Vivian Cheruiyot alargó su condición de invicta esta temporada con un ataque a 500 metros del final que la condujo a la victoria en 30:48.98, la mejor marca de su vida, y a continuación cruzaron la meta sus compatriotas Sally Kipyego (30:50.04) y la anterior campeona, Linet Masai (30:53.59).

La superioridad keniana fue tan aplastante que su cuarta atleta, Priscah Cherono, se quedó a las puertas del podio porque no cabían más que tres.

Con el precedente inmediato de la barrida keniana en el maratón femenino, Etiopía necesitaba dar por la tarde una cumplida réplica a la humillación matinal pero se enfrentaban a un serio obstáculo: Vivian Cheruiyot, actual campeona de 5.000, que se inscribió en 10.000 en busca del doblete del fondo en pista.

Cheruiyot no había perdido una sola carrera esta temporada y ya había corrido seis en diversas distancias, incluida la que le dio el título nacional keniano de 10.000.

Pero quien dio la cara desde la salida fue la estadounidense Shalane Flanagan, que recorrió el primer mil en 3:13:42 y llevó al grupo en fila de a una. Su compatriota Jennifer Rhines la secundaba, y Linet Masai, la esbelta campeona, se dejaba llevar al fondo del grupo, hasta que tomó la cabeza a 6 km. del final para aligerarlo.

Un cuarto mil en 3:10, con tres kenianas al frente seleccionó a una docena arriba. Sally Kipyego tomó el relevo en el quinto kilómetro con tres compatriotas y ya solo dos etíopes a su estela. El sueño de un nuevo triplete comenzaba a adquirir visos de realidad.

Las piernas larguísimas de Masai volvieron a marcar la pauta a ocho vueltas. La campeona, contemplándose en el videomarcador, daba la impresión de ir sobrada de fuerzas. Arriba quedaba ya una sola etíope, Meselech Melkamu, subcampeona dos años antes, que no acababa de entregarse.

Quedaban dos kilómetros y la suerte de la carrera, con cuatro kenianas y Melkamu destacadas, todavía no estaba echada, pero a 500 metros del final cambió a fondo Vivian Cheruiyot y sentenció la contienda. Kenia no olvidará este día. Etiopía, doblemente humillada, probablemente tampoco.

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