Klinsmann y la selección de Estados Unidos comienzan su real prueba de fuego

Redacción Deportes, 6 jun.- Una selección de Estados Unidos, con altibajos en su preparación y el desafío de hacer borrón y cuenta nueva, debutará este viernes en la tercera fase de las eliminatorias mundialistas de la Concacaf frente a Antigua y Barbuda en el grupo A, que completan Jamaica y Guatemala.

Al mando del alemán Jürgen Klinsmann desde julio pasado, los estadounidenses quieren ratificar que su condición de nuevo 'gigante' de la Concacaf no es casualidad ya que en las dos pasadas eliminatorias, rumbo a Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, ocuparon la cima de la clasificación en el hexagonal final.

Este desempeño dejó en plano secundario a México, su más enconado rival en el vecindario y que en esta oportunidad lucha para volver a ser protagonista.

Pero con Klinsmann, sustituto de Bob Bradley, Estados Unidos no ha podido convencer con su fútbol y aunque en el papel se medirán con una frágil Antigua y Barbuda sus hinchas no quieren sorpresas.

En los amistosos la selección de Estados Unidos goleó por 5-1 a Escocia, cayó por 1-4 con Brasil y empató a cero con Canadá, los dos últimos resultados prendieron las alarmas con miras a sus choques contra Antigua y Barbuda, el día 8 en Tampa, y cuatro días después contra Guatemala, en el estadio Mateo Flores.

"Los partidos eran eso, de fogueo. Ahora empieza nuestro verdadero reto y tenemos a veintitrés jugadores que están en la mejor forma", dijo Klinsmann en respuesta a las críticas.

Klinsmann ha tratado de formar un equipo fuerte físicamente, aguerrido, con un grupo que está más centrado en la estrategia colectiva que en los chispazos individuales y que combina la experiencia de los jugadores veteranos y la velocidad y el empuje de los más jóvenes.

Dos de las cartas ofensivas del equipo estadounidense son los delanteros Clint Dempsey, del Fulham inglés, y Landon Donovan del Galaxy, quienes hacen parte de los 23 elegidos para las eliminatorias por el entrenador alemán.

Otro aspecto para destacar en esta selección es la confianza de Klinsmann en jugadores como el defensa Édgar Castillo y los centrocampistas José Torres y Joe Corona, y el atacante Hérculez Gómez, todos de raíces mexicanas.

Castillo, del Tijuana, jugó tres partidos amistosos con la selección azteca, pero en el 2009 decidió cambiar y representar a su país de nacimiento.

Torres, del Pachuca, regresa recuperado de una lesión y lo mismo sucede con Gómez, integrante del equipo estadounidense en Sudáfrica 2010 y quien llega en su mejor momento tras una buena campaña con el Santos Laguna mexicano.

Por su parte Corona, centrocampista del Tijuana de padre mexicano y madre salvadoreña, es con 21 años el jugador más joven del equipo luego de sobresalir con la selección sub'23 estadounidense en el Preolímpico de la Concacaf de marzo pasado, torneo en el que anotó cuatro goles.