"Kooza" del Circo del Sol: Acrobacias nunca vistas que cortan el aliento

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 28 feb.- Cinco mil kilos de peso, 20 metros de altura por 51 de diámetro, 17.000 metros cuadrados de superficie y nueve días de montaje son algunas de las cifras del "grand chapiteau" o carpa que habita el Circo del Sol, que mañana estrena en España "Kooza", acrobacias nunca vistas para cortar el aliento.

Cirque du Soleil (Circo del Sol), la multinacional del "ale hop" creada en Canadá en 1984, estrenó "Kooza" en 2007 y la ha tenido de gira por Norteamérica y Japón hasta enero de este año, cuando la llevó al Royal Albert Hall de Londres, y desde donde ha viajado, en 60 camiones, a Madrid (entre el 1 de marzo y el 14 abril) e irá luego a Bilbao (a partir del 16 de mayo).

La gran carpa, instalada en el Escenario Puerta del Ángel de la Casa de Campo, donde un equipo de 60 técnicos ha levantado los más de 100 postes de acero que sostienen su estructura, a 25 metros del suelo el más alto, e instalado las 18 piezas de lona ignífuga y los once túneles que forman la sala.

La que será la octava creación de la compañía que se vea en España trae números tan arriesgados como la "rueda de la muerte", a cargo de los colombianos Jimmy Ibarra y Ronald Solís, o el doble alambre de los españoles Quirós.

El número de la rueda, nunca visto en España, es tan peligroso que los fisioterapeutas están al lado de la pista "por si acaso", aunque lo cierto es que en los casi 30 años de historia de Cirque du Soleil solo han registrado un accidente mortal, hace dos años, y son contados aquellos en los que alguien se ha roto un hueso.

Jimmy Ibarra, de 32 años y tercera generación de circo, empezó a trabajar para el Cirque hace seis años con la "rueda", un artilugio suspendido a diez metros del suelo que en el que los artistas juegan con la fuerza y la gravedad sin ninguna protección contra los accidentes.

Él es "el volante", el que hace los trucos, y su compañero Ronald Solís "el fuerza", el que le da la estabilidad que precisa en un juego de piruetas, volteretas y saltos que cortan la respiración del respetable, siempre en un "ay".

Y es que el objetivo de la formación con "Kooza" es provocar "miedo y maravilla", es decir "la esencia del circo de toda la vida", según sus responsables.

De los 18 espectáculos que ha creado la multinacional, "Kooza", en el que intervienen 52 artistas, de ellos 8 gimnastas olímpicos, es, probablemente, el que está más cerca de la carpa tradicional, por eso tiene tantos números de riesgo además de una importante presencia de los payasos.

Lo hace a través de la historia de Innocent, un solitario melancólico que encuentra la caja o "tesoro" a la que hace referencia, en sánscrito, el título.

De ella brota otro personaje fundamental, el Trickster, un geniecillo burlón que arrastra a Innocent hacia el interior de la caja, en un viaje hacia su propio subconsciente en busca de un lugar en el mundo.

"La caja o el Trickster simbolizan el elemento oscuro que hay en cada uno de nosotros y que no queremos aceptar. Pero debemos hacerlo. Aceptando nuestra propia oscuridad y abrazándola, descubriremos la libertad", sostiene el autor de "Kooza", David Shiner.

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