La comunión entre Mourinho y el Bernabéu, a examen

José Mourinho se había convertido en el nuevo líder espiritual del madridismo, el gurú que, con la aprobación del gran jefe Florentino Pérez, iba a devolver al Real Madrid a lo más alto. Todo marchaba de maravilla y hasta el técnico portugués se asombraba de los progresos. El equipo era líder en España y en la Champions, jugaba bien, no conocía la derrota, marcaba más goles que nadie y recibía menos... La afición disfrutaba con el equipo, los jugadores con sus seguidores y The Special One sacaba pecho. Así, hasta que llegó la semana maldita.

Primero, el número de las expulsiones a la carta en Amsterdam, que ha acabado con un multazo de la UEFA a los implicados y un partido de sanción a Mou, que serán dos si no se porta bien durante tres años, una eternidad para el polémico entrenador. Después, el seísmo del Camp Nou, que ha dejado al equipo hecho unos zorros y a los aficionados cabreados y desilusionados a partes iguales, además de derribar de su pedestal al técnico, que ha perdido su aureola de invencibilidad.

Además, al once top de Mourinho se le empiezan a notar las heridas de guerra. Higuaín es baja por una hernia discal, quién sabe si mes y pico o dos, o una semana o 10 días si no se opera. Ramos y Carvalho tampoco podrán actuar ante el Valencia por sanción, lo que deja el armazón del equipo al aire. Por si fuera poco, Cristiano Ronaldo está entre algodones, pero el toro portugués hará cualquier cosa por saltar al Bernabéu y quitarse el sabor de la derrota en Barcelona.

¿Cómo se comportará la grada?

Ésta es la pregunta del millón. ¿Pitará a su equipo de inicio? ¿Y a su entrenador? ¿Hará borrón y cuenta nueva y los apoyará? La tercera opción es la más factible, aunque todo dependerá de lo que hagan los jugadores blancos sobre el césped. Más que nunca, The Special One necesita que los suyos salgan enchufados, que encarrilen rápido el choque ante el Valencia.

Si el Valencia marcase primero, podría destaparse la caja de los truenos. Hasta ahora Mourinho ha conocido a la afición del Bernabéu en la victoria, con buen juego y resultados. Aunque el técnico portugués ya avisó en la bonanza de que llegarían tiempos peores, seguro que no está interesado en conocer la cara B de la afición blanca, la de los pitos y los pañuelos.  

Dicen que el tiempo todo lo cura, pero el 5-0 del Camp Nou sólo se mitigará con buenos resultados o incluso quizá sólo con títulos. Ante el Valencia, el Real Madrid tiene una prueba de fuego, pero más todavía su entrenador, que por un lado tiene que levantar a su equipo de la lona y por el otro tiene que volver a entusiasmar a la grada y devolverles la fe en su persona.