La dimisión inesperada de Daley no impidió a Obama bromear con los Mavericks

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, vivió una jornada un tanto especial al compartir el anuncio de la dimisión de Bill Daley, como su jefe de gabinete, y también recibir a los Mavericks de Dallas como campeones de la NBA de la temporada 2010-11.

Redacción, EE.UU., 9 ene.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, vivió una jornada un tanto especial al compartir el anuncio de la dimisión de Bill Daley, como su jefe de gabinete, y también recibir a los Mavericks de Dallas como campeones de la NBA de la temporada 2010-11.

Obama, un fanático de los Bulls de Chicago, no tuvo problemas en recibir a los Mavericks para darles el homenaje por ser campeones de la NBA por primera vez en su historia, aunque tampoco perdió la oportunidad de recordar cuales son sus preferencias para la presente temporada.

"Esto fue un triunfo inolvidable, una gran victoria", declaró Obama, mientras el dueño de los Mavericks, Mark Cuban y las estrellas del equipo, incluyendo el alero alemán Dirk Nowitzki, miraban al mandatario estadounidense.

Obama antes de concluir su breve alocución en la que volvió a alabar los valores de trabajar en equipo, la solidaridad y el saber hacer de los campeones, manifestó también la tristeza que sentía por que la recepción no hubiese sido con los Bulls.

"Es muy triste que los Chicago Bulls no estén aquí, será el próximo año", comentó Obama.

El mandatario estadounidense también dio la impresión de ser un conocedor del aspecto técnico del deporte del baloncesto y de la estrategia que se tiene que seguir en el campo cuando valoró el trabajo del equipo campeón.

"Demostraron como saben ganar los buenos equipos", destacó Obama. "No sólo haciendo saltos o corriendo rápido, sino encontrando el hombre abierto, trabajando juntos, quedándose mentalmente bien, siendo comprensivo el uno con otro y jugando inteligentemente".

Estos fueron los elementos, de acuerdo al presidente Obama, que permitió a los Mavericks conseguir su primer título de campeones de la NBA en la historia de la franquicia.

"Acabaron con los mejores equipos de la liga, incluyendo a los Heat de Miami, que recibió la mayor atención durante el año pasado", recordó Obama.

El presidente de Estados Unidos también tuvo palabras de alabanza a la figura de Nowitzki, de quien dijo que a pesar de tener lesionado un dedo y fiebre en algunos partidos de las Finales de la NBA se sobrepuso a todo y demostró su condición de líder.

"Claramente Dirk es un chico duro, aunque lo más doloroso pudo haber sido su interpretación del 'We're the Champions' durante las celebraciones de la victoria", alabó y bromeó a partes iguales el mandatario estadounidense.

La ceremonia del lunes reflejó también la situación actual de cierta desorganización que se vive dentro de la NBA tras el cierre patronal, dado que la misma fue posible gracias a la determinación de Cuban.

Tradicionalmente, las visitas a la Casa Blanca toman lugar cuando el equipo campeón visita al equipo local de los Wizards.

Pero con una temporada tan corta, de sólo 66 partidos, los Mavericks no jugarán en Washington D.C. este año, pero Cuban insistió en que se llevara a cabo de alguna manera después de calificar el trabajo de programación de la NBA como de "estúpidos".

Obama, conocedor de la polémica surgida en torno a este asunto, también escogió el lado diplomático y de buen humor al comentar que "es difícil decirle que no a Mark Cuban".

Por su parte, los Mavericks le entregaron a Obama una camiseta azul del equipo tejano con el número 23, un gran detalle hacia el presidente estadounidense, que siempre ha manifestado su gran admiración por la figura del legendario Michael Jordan, el jugador que hizo posible que los Bulls se convirtiesen en la tercera dinastía de la NBA al conseguir seis títulos de liga.

Mostrar comentarios