"Il programma riportato è indicativo e potrà subire variazioni per cause tecniche o meteorologiche". Es decir, en español, "el programa es indicativo y podrá sufrir variaciones por causas técnicas o meteorológicas." Esto puede leerse en la web ticketone.it, que es la que ha vendido las entradas para el Masters 1000 de Roma. Este mensaje deja con las manos atadas a los aficionados que compraron sus entradas para la final entre el número 1 del mundo de la ATP, Novak Djokovic, y el número 3, Rafa Nadal. No podrán devolver las entradas aunque el lunes no puedan ver el partido.
La lluvia ha jugado una mala pasada a los aficionados. La final entre el serbio y el español debería haberse disputado el domingo, día festivo, pero el agua retrasó muchísimo la final femenina entre la rusa Maria Sharapova y la china Na Li, que ganó la primera tras un aplazamiento, y de rebote ha afectado al partido definitivo del cuadro masculino.
Es posible que muchos aficionados no puedan acudir a la final el lunes a las 12:00, horario laboral, y habrán pagado un dinero por un partido que no habrán podido ver. Y quizá algunos hayan perdido mucho dinero.
Los precios por las entradas han variado desde los 60 euros la más barata por ver la final femenina y masculina a los 790 euros de las localidades más caras en las tribunas más lujosas. Si el espectador finalmente no puede ver la final entre Nadal y Djokovic el lunes, la mitad de ese dinero lo habrá desperdiciado por culpa de la lluvia.
Por este motivo, no extraña que muchos espectadores protestasen cuando se anunció el aplazamiento de la final masculina al lunes. En ese momento no llovía sobre la pista del Foro Itálico, y ver el Djokovic - Nadal el lunes puede ser imposible para muchos.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios