A Coruña.- La goleada del Deportivo ante el Espanyol (3-0) permitió a los coruñeses silenciar los rumores que hablaban de diferencias entre el vestuario y el técnico, ratificar a éste en el cargo, y evitar el peor arranque de la historia del equipo coruñés en Primera División.
Y es que nunca antes en sus más de cien años de vida, el conjunto deportivista había llegado a la décima jornada del campeonato sin haber ganado un sólo partido, algo que podría haberse producido esta temporada si no hubiera derrotado al Espanyol.
La actual es la segunda campaña del Deportivo en Primera en la que, en ocho encuentros, no había conseguido ni un solo triunfo en la máxima categoría del fútbol español.
El anterior precedente se remontaba a la temporada 1966-67, en la que los blanquiazules únicamente habían conseguido dos empates y sumaban dos puntos menos que en la actual edición de la Liga.
En aquella campaña, el Deportivo estrenó su casillero de triunfos en la novena jornada, con lo que si el equipo entrenado por Miguel Ángel Lotina no se imponía al Espanyol firmaría su peor inicio de campeonato.
No fallaron los coruñeses, que golearon al Espanyol para sumar siete puntos en nueve partidos y evitar el desastre.
El 3-0, además de evitar el peor arranque del equipo en Primera, silenció a quienes pensaban que en el vestuario le estaban haciendo 'la cama' a Lotina.
Uno de los capitanes, Alberto Lopo, celebró el segundo tanto del choque arrastrando a sus compañeros hacia el banquillo, donde todos se abrazaron con el preparador blanquiazul, que se jugaba el puesto.
"En el fútbol hay mucha mentira pero también muchos momentos de grandeza y es un detalle que agradezco y de los que en el aspecto personal te llegan", afirmó Lotina tras el partido.
El crédito del técnico estaba bajo mínimos, su presidente, Augusto César Lendoiro, ni siquiera se había atrevido a ratificarle en el puesto el pasado viernes, dos días antes del partido, pero el triunfo y la goleada suben su cotización.
El propio entrenador intentó quitar presión a sus jugadores antes del partido con tono de despedida, diciéndoles que aunque perdieran no se preocuparan porque estaría agradecido por todo lo que le dieron.
Los futbolistas respondieron en el terreno de juego con una victoria que alivia la situación, con una actitud y una intensidad que se habían echado de menos, con una seriedad defensiva que había faltado, pero son conscientes de que deben tener continuidad para salir de los puestos de descenso.
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