Tarragona, 12 dic.- El Nàstic vivirá mañana martes una junta general de accionistas peculiar, ya que el actual consejo de administración, como se anunció en noviembre, presentará la dimisión, pero no se descarta que el actual presidente, José María Fernández, continúe en el cargo de forma interina.
No obstante, Fernández no tendría ningún tipo de poder ejecutivo a causa del escaso interés que suscita en Tarragona hacerse cargo de la ampliación de capital presentada por el club.
Según ha informado Canal Català Tarragona, el club está a la espera de la respuesta de un grupo inversor de Catar, Catari Diar, que recientemente compró el puerto deportivo de Marina Tarraco, al cual se le ha solicitado una reunión para ofrecerle la posibilidad de que entre a formar parte del Gimnàstic.
Según la misma fuente, el consejo se daría un período de tres meses durante el cual se negociaría la entrada de nuevo capital y que éste determinase la estructura de la nueva sociedad.
Los pocos accionistas de referencia que permanecen en el actual consejo aprobarán una nueva ampliación de capital de hasta un millón y medio de euros (el anterior de 750.000 no lo suscribió nadie).
Existe también la posibilidad del retorno de Josep Maria Andreu a la presidencia, lo que estaría condicionado a la entrada de nuevos inversores de la ciudad que confiarían en el dirigente para que de nuevo coja las riendas del Nàstic.
La junta se celebrará con el equipo a cuatro puntos de la salvación y con un vacío de poder esperando la entrada de caras nuevas y, sobre todo, de dinero que ayude a paliar un déficit cercano a los nueve millones de euros.
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