San Sebastián.- La Real Sociedad, amortizado ya el disgusto del Santiago Bernabéu, quiere centrarse ahora en los dos próximos encuentros que disputará seguidos en el estadio de Anoeta, que pueden dejar prácticamente decantado a su favor el objetivo de la permanencia.
Seis puntos importantes ante rivales directos como Osasuna y el Mallorca serían casi definitivos en ese sentido porque dejarían a los donostiarras con 34 puntos y 14 partidos por delante, es decir que sólo una hecatombe le impediría llegar a la barrera de 40-42 puntos que marca la línea entre la tranquilidad y los problemas.
También es cierto que esta serie de dos encuentros tienen una lectura muy diferente si las cosas no salen bien porque las distancias se han estrechado tras la última jornada y han quedado a sólo siete puntos con el Levante, lo que hace también que los donostiarras no puedan dormirse en los laureles.
El principal impedimento para luchar por el triunfo contra los navarros es la ausencia del conductor del juego ofensivo del equipo, Xabi Prieto, jugador que no tiene sucesor ni alternativa y que obligará a Martín Lasarte a idear un nuevo esquema.
No puede descartarse incluso el cambio de banda del polivalente Antoine Griezmann, como ha hecho de forma intermitente en algunos partidos.
Las dudas que genera el equipo en defensa (es el tercer equipo más goleado de la categoría por delante sólo de los dos últimos clasificados), podría obligar también, tras las críticas del Bernabéu, a modificaciones de calado atrás y vuelve a surgir el nombre del ex zaguero del Rosenborg Vadim Demidov, ausente en el partido ante el Real Madrid.
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