La saga de George Lucas cambia la Guerra de las Galaxias por un ring de lucha libre

Nunca ha querido que la gente supiera quién es su padre.Podría tener la vida resuelta. También sus hijos, los hijos de sus hijos, loshijos de los hijos de sus hijos... y así durante muchas generaciones porque lafortuna del creador de la Guerra de las Galaxias está estimada en más de 20.000 millones de euros(traducirlo a pesetas podría ser hasta soez).Amanda Lucas, la hija de George Lucas quiere hacerse unnombre por sí misma... y lo ha conseguido. Este sábado conquistaba en Japón elCampeonato del peso libre de la MMA, una categoría de artes marciales japonesas, el primer título de su carrera, diez añosdespués de que su marido la iniciara en el mundo del deporte.La hija mayor de George Lucas tiene 30 años y se casó conJason, un agente inmobiliario con el que comenzó a frecuentar los gimnasios. Loque al principio era pura cuestión de mantenerse en forma se transformó enpasión por las artes marciales gracias a sus entrenamientos con luchadoresprofesionales. Primero fue una hora de clases de 'Muai Thai'. Después, variosdías a la semana de aprender 'jiu-jitsu'. En 2008 dio el paso y disputó suprimer combate profesional.Hasta ese momento casi nadie sabía quién era su padre. Dicenque de las derrotas se aprende y Amanda puede dar fe de ello cuando perdió ensu debut profesional en una pelea en Nueva Zelanda. Recibió un duro castigo,pero aguantó hasta el tercer asalto, algo que reconoce que la hizo más fuerte.Desde entonces, el camino ha sido duro, pero ha estado sembrado de victorias.La primera, en julio de 2009 ante otra norteamericana,Christen Bedwell, en Tulsa (EE.UU.). Dos años después, su consagración en laMMA japonesa, la cuna de las artes marciales: ganó a Hikaru Shinohara en agostoy a Mika Harigai en octubre, lo que la abrió las puertas a una pelea por eltítulo contra Yumiko Hotta, una exluchadora de Wrestling que se convirtió en lacuarta víctima consecutiva de la hija de George Lucas.La hija mayor de Lucas (adoptada, por cierto), ya escampeona, pero no ha podido mantener su anonimato. Sus promotores en Japón lacolocan en carteles junto a Darth Vader, mientras su entrada en el ring sueleestar acompañada de la música de la Guerra de las Galaxias, aunque ella intentesiempre evitarlo. Ha conseguido ser ella misma en el ring, hacerse un nombre yser la mejor, pero no podrá evitar seguir siendo la 'hija de', por mucho que lointente. Que hubiera 4000 personas en su combate por el título en vez de las2.000 habituales en este tipo de peleas en Japón es un precio que hay quepagar.