La selección celebra un Mundial, que "aún pone los pelos de punta"

  • "Cada vez que veo la medalla se me ponen los pelos de punta", aseguró el lateral Antonio García, al que todavía se le ilumina la cara cada vez que se le pregunta por el triunfo de la selección española de balonmano en el Campeonato del Mundo disputado el pasado mes de enero en España.

Madrid, 11 feb.- "Cada vez que veo la medalla se me ponen los pelos de punta", aseguró el lateral Antonio García, al que todavía se le ilumina la cara cada vez que se le pregunta por el triunfo de la selección española de balonmano en el Campeonato del Mundo disputado el pasado mes de enero en España.

Un título mundial, el segundo en la historia del balonmano español, tras el conquistado en Túnez en 2005, que los integrantes del conjunto español celebraron hoy por todo lo alto en Madrid, donde fueron recibidos por los Reyes y los Príncipes de Asturias en el palacio de la Zarzuela y, posteriormente, por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

"Ha sido emocionante. Yo, incluso, estaba un poquito nervioso", explicó García, que como el resto de los componentes de la selección española fue condecorados por los monarca con la medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo

El homenaje se completó por la tarde con la visita de los técnicos y jugadores del equipo español, con la única excepción del pivote Gedeón Guardiola, al que los compromisos con su equipo, el Rhein-Neckar Lowen alemán, le impidieron desplazarse hasta Madrid, al palacio de la Moncloa, donde fueron recibidos por el presidente del Gobierno.

Actos, que como reconocieron el portero José Manuel Sierra o el extremo Víctor Tomás permiten tomar conciencia "de lo grande que es" lo que han hecho, "de lo grande que es ganar un Campeonato del Mundo".

Y es que la consecución del título mundial parece haber revestido de una nueva consideración a los internacionales españoles, especialmente a los que juegan fuera de España.

"Los compañeros nos ven igual, lo que si es cierto es que quizá ahora los medios franceses nos tienen un poquito mas en cuenta", comentó Antonio García, que como José Manuel Sierra milita en las filas del París Saint Germain.

Una notoriedad que no se reduce, como explicó el capitán Alberto Entrerríos, a los medios de comunicación, sino que, incluso, se traslada a la pista, donde se suceden los homenajes a los campeones del Mundo, como el que recibieron ayer los tres "hispanos" del Nantes -Jorge Maqueda, Valero Rivera Folch y el propio Entrerríos- antes del partido de la Copa EHF ante el Bacau rumano.

"Primero nos dieron una flores y luego nos dieron por todos los lados durante el partido", bromeó Entrerríos, tras el acto de homenaje que la Federación Española de Balonmano ofreció a los patrocinadores y medios de comunicación por su cobertura durante el pasado Mundial.

Un Campeonato del Mundo, que tuvo su colofón con la victoria por un contundente 35-19 sobre Dinamarca, una de las "bestias negras" del conjunto español, tras un partido, que Víctor Tomás no dudó en calificar de "histórico".

"No he vuelto a verla, y eso que soy un jugador al que le gusta volver a ver los partidos, pero no quiero tener otro recuerdo distinto al que ya tengo en mi cabeza, porque el recuerdo que tengo me gusta tanto, y salvo que alguien me obligue no creo que la vuelva a ver", comentó el extremo.

Un triunfo, que como siempre en el deporte, es el preludio de nuevos retos y exigencias, como las que marcó el presidente de la Federación Española, Juan de Dios Román, que señaló como el siguiente gran objetivo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

"Este equipo tiene recorrido para los próximos cuatro años, para lograr el gran reto de lograr el oro en los Juegos de Río", comentó Román, que con sus palabras volvió a avalar el trabajo de Valero Rivera al frente del equipo español.

"La selección tiene la suerte de poder elegir entre muchísimos, sin intermediarios, con el corazón y conocimientos, sin intermediarios", concluyó Román.

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