La violinista prodigio Vanessa Mae quiere esquiar por Tailandia en los JJOO

Londres.- La violinista Vanessa Mae tiene una nueva ambición: representar a Tailandia en la modalidad de esquí alpino en los JJ.OO. de invierno de 2014 en Sochi (Rusia).

Así lo declara Mae en una entrevista con el dominical The Sunday Telegraph en Zermatt, la localidad alpina suiza donde vive.

Mae, cuyo padre es tailandés aunque ella nació en Singapur hace 31 años, fue considerada una niña prodigio y llegaron a apodarla "la pequeña Paganini" cuando con sólo ocho años se convirtió en la alumna más joven del conservatorio de Pekín.

Con trece años fue también la solista más joven en gravar los conciertos para violín de Beethoven y Tchaikovsky, pero ahora habla con toda seriedad del nuevo objetivo que se ha propuesto.

"Comencé a esquiar más o menos al mismo tiempo que el piano, con cuatro años, antes de pasarme al violín con cinco", explica Mae, que expresa su satisfacción por haber empezado tan pronto con la música porque ahora puede dedicarse a su gran afición: el esquí.

"No es que vaya a dejar la música. Ésta será siempre mi gran pasión. Siempre estarán los conciertos, pero ya no voy a seguir grabando un álbum al año como en mi adolescencia. Esas giras continuas se convirtieron en una rutina. Cuando cumplí los veinte, ya no disfrutaba con ellas", confiesa Mae.

La violinista habla con realismo de sus ambiciones deportivas y reconoce que habrá una fuerte presión de quienes están habituados a sus éxitos musicales y a los que les gustaría que alcanzase el mismo nivel en el esquí.

"Es mi sueño, y espero que la gente comprenda que haré todo lo que esté de mi parte. Incluso para poder participar en los Juegos tengo antes que calificarme para los Mundiales de 2013 y el listón está muy alto", explica.

"Sé que voy a estar siempre por debajo de los mejores. Soy británica, pero reconozco que no tengo posibilidades reales de representar al Reino Unido, pero como mi padre natural es tailandés, me han aceptado (para representar a Tailandia)", explica.

"Estos días, mi rutina es distinta. Me levanto a las 5.30 para esquiar y mientras sorbo el café veo el Matterhorn. ¿Hay algo mejor que eso?", pregunta.

Su sueño deportivo no va a distraerla, sin embargo, de su carrera musical, y así dentro de tres semanas dará un concierto en Alemania. Además prepara un nuevo proyecto que combina música y danza.