La Vuelta al País Vasco fija la próxima semana como límite para una solución

San Sebastián, 28 feb.- Organizaciones Ciclistas Euskadi, promotora de la Vuelta Ciclista al País Vasco y de la Clásica de San Sebastián, ha anunciado hoy que esperará hasta la próxima semana "por si surgiese alguna solución" para la financiación de estas pruebas, que de no hallarse supondrá la desaparición de ambas.

En un comunicado, la organización de la Vuelta al País Vasco y de la Clásica donostiarra explica que, en caso de no encontrar una solución a los problemas económicos suscitados, convocará una rueda de prensa en la que comunicará la disolución de la sociedad y la desaparición de las dos pruebas incluidas en el calendario UCI World Tour, "al que tanto ha costado llegar" y "sobre todo mantenerse" gracias a su "capacidad organizativa".

El pasado viernes, el presidente de esta entidad, Jaime Ugarte, anunció que "las esperanzas de encontrar un patrocinador", después de que el Gobierno Vasco anunciara que no prorrogaría en 2012 el contrato que mantenía con la organización, se habían disipado el día 22, "cuando el último e importante contacto realizado dijo que no".

Posteriormente, el departamento vasco de Cultura difundió una nota de prensa para aclarar sus compromisos financieros con la Vuelta Ciclista al País Vasco, en la que recordaba que el Gobierno autonómico tenía un convenio con la organización del evento ciclista mediante el cual aportó 360.000 euros en los años 2009, 2010 y 2011 a cargo de la Viceconsejería de Política Lingüística, con la posibilidad de prorrogar el acuerdo al ejercicio actual.

No obstante anunció también que este año iba a destinar 160.000 euros menos que los tres ejercicios precedentes como consecuencia de la "grave crisis económica".

La organización de la Vuelta al País Vasco y la Clásica de San Sebastián explica ahora en su nota que sus miembros se encuentran "agotados, desanimados, sin ilusión, sin fuerzas para seguir esta lucha de declaraciones y comunicados" que no es lo suyo.

Aclara asimismo que comprende "la situación económica en la que se encuentra el país" y que aceptará "sin reproches la resolución que finalmente adopte el Gobierno Vasco sobre este tema".