San Sebastián.- El Lagun Aro GBC, amortizado ya el disgusto que supuso su no clasificación para la Copa del Rey, tratará de luchar por un triunfo en la complicada cancha del Manresa para no verse envuelto en problemas, de los que ha sabido alejarse hasta el momento.
Los donostiarras vienen de perder tres partidos seguidos -Joventut, Caja Laboral y Fuenlabrada- por lo que una nueva derrota encendería las luces de emergencia y llevaría la intranquilidad a la hasta ahora balsa de aceite que ha sido el club donostiarra.
Ambos equipos están igualados en su balance de triunfos y derrotas pero el equilibrio es tal en la ACB que les separan nada menos que cinco puestos, ya que hay en la zona media-baja de la tabla hay muchos equipos y una derrota cambiaría los aires de bonanza que han empujado hasta la fecha a los jugadores que entrena Pablo Laso.
El técnico vitoriano deberá de buscar remedio a los problemas que tiene su equipo para encontrar el camino al aro rival después de quedarse en 70 puntos la pasada semana en el Fernando Martín, una cifra sorprendente en negativo para un equipo que ha hecho de su apuesta por el ataque su objetivo para la presente temporada.
La irregularidad del polaco Ignerski y el americano Barbour está siendo una losa para un equipo que está acusando la dependencia de su mejor jugador, Andy Panko, quien sigue instalado como uno de los jugadores más valorados de toda la competición.
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