Laso: "Queremos ganar jugando nuestro baloncesto"

Milán, 17 may.- El entrenador del Real Madrid, Pablo Laso, ha explicado hoy que el objetivo de su equipo mañana, en la final de la Euroliga, es ganar al Maccabi Electra Tel Aviv, pero siendo fiel a su estilo ofensivo, por lo que no saldrá a especular ante el conjunto israelí.

"Desde el primer día que entreno a este equipo he querido que mis jugadores sean felices y he intentando transmitirles que tienen que proyectar esa sensación en la pista: divertirse y divertir a la gente. Mañana queremos ganar jugando nuestro baloncesto", ha adelantado en la rueda de prensa previa a la final.

El escolta Sergio Llull ha coincidido con su técnico en que, llegados a este punto, el Real Madrid no puede traicionar su filosofía: "Nosotros nos divertimos mucho en una pista de baloncesto y no nos hemos parado a pensar como sería jugar de otra forma. Esta es la que nos ha servido para ganar partidos y nos ha llevado a la Final Four y no la pensamos cambiar".

Con ese baloncesto veloz y desenfadado, los blancos destrozaron ayer al Barcelona en semifinales (62-100). Llull ha admitido que el conjunto azulgrana "llegaba en un buen momento" a Milán, después de batirles con comodidad en la Liga Endesa, "pero en partido como estos los precedentes sirven de poco".

Tras eliminar a los azulgranas, el Real Madrid se enfrentará mañana a un rival muy diferente, que se llega a la final pletórico de moral tras levantar un partido que tenía perdido contra el CSKA de Moscú y que estará apoyado por una Mediolanum Forum abarrotado de seguidores macabeos.

"Será un partido duro, intenso y complicado. Ellos tienen un gran equipo, juegan con mucho corazón y nunca dan un partido por perdido. Está claro que la grada, además, va a ser casi toda amarilla, pero estamos acostumbrados a estos ambientes, y en la pista, que es donde tenemos que ganar, seremos cinco contra cinco", ha apuntado el escolta madridista.

Para Pablo Laso, sus hombres se enfrentan a "una nueva oportunidad" tras perder el año pasado, en Londres, la final ante Olympiacos.

"Hicimos un trabajo maravilloso todo el año y al final no lo logramos, pero hemos vuelto a llegar hasta aquí. Mañana jugamos un clásico de Europa, una final, y en las finales nunca hay favoritos", ha manifestado.

A Laso tampoco le asusta el ambiente que habrá en el pabellón y está convencido de que no afectará a sus hombres. "El Maccabi tiene muchos aficionados y la grada probablemente sea toda amarilla, pero nosotros también sentimos el apoyo de los nuestros. Además estamos acostumbrado, pues hemos jugado (y ganado) en Tel Aviv con este ambiente", ha concluido.