El experimento de Tito Vilanova fracasó en el Reyno de Navarra. Cesc Fàbregas no lució como cerebro del Barcelona ante Osasuna. Más bien al contrario. El equipo azulgrana no tuvo el control del balón que tiene normalmente cuando Xavi Hernández actúa como director de orquesta, y eso quedó reflejado en el marcador final, un 1-2 muy ajustado y tras empezar perdiendo el conjunto visitante.
Para Tito Vilanova, los dos hombres de banda parecen innegociables, y como la posición preferida de Cesc la ocupa Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, al que no quiere llevar a la banda el entrenador azulgrana, la situación de Fàbregas parece complicada para tener minutos. Muy complicada.
Así que Tito decidió dar una oportunidad al flamante fichaje de la pasada temporada (40 millones de euros) en el puesto de Xavi Hernández, y así dar descanso al cerebro azulgrana de cara al partido de vuelta de la Supercopa de España ante el Real Madrid. Pero Cesc como organizador naufragó hasta el punto de que Tito tuvo que sustituirlo en la segunda parte a la hora de partido.
Pocas veces un rival del equipo azulgrana habrá tenido tantas ocasiones de peligro como Osasuna, y eso fue porque el control del juego no fue tan exhaustivo como en otros partidos. De hecho, coincidencia o no, fue con Xavi Hernández en el campo cuando llegó la remontada del Barcelona gracias a los dos goles de Messi. Cesc es mucho Cesc, pero de nueve falso, no en la posición de Xavi, que en su puesto es el mejor.
Sigue @jorgekosky
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