Llegaba Honduras al estadio de Newcastle Sant James Park con la intención de repetir la machada al igual que lo hizo con la selección española olímpica. Enfrente, tenía a la gran favorita para llevarse el oro. La "canarinha" de Neymar.
Comenzaba el partido sin sobre salto, como el guión indicaba. Brasil con la posesión de la pelota y con llegadas de todos los colores en los primeros 10 minutos. Muy pronto tuvo la primera oportunidad la selección sudamericana en cambiar el electrónico. A los diez segundos de partido Damiao se plantó solo ante la portería y lo vio tan francamente fácil que hizo lo más difícil. Tirar el balón a la grada. Neymar y Hulk también gozaron de buenas ocasiones pero la suerte no estaba de parte de los brasileños.
Con lo que nadie contaba era el gol de Honduras, a los 13 minutos de partido, como hiciese el conjunto centroamericano contra España, de la nada se sacaba el primer gol del partido. Mario Martínez pasaba por el área y recogió un rebote que provenía de un centro defectuoso de Espinoza y con una preciosa vaselina batía al portero brasileño. El fútbol olímpico tenía un "Deja vú" .
El gol noqueó a Brasil y sólo Neymar se daba cuenta que estaban en Londres para ganar una medalla y no de turismo. Él solito se echó el equipo a la espalda y en el minuto 22 a punto estuvo de emulara Maradona en el Mundial del 86.
Crisanto, amigo brasileño
El partido se torcía para Brasil y el lateral derecho hondureño decidió que Brasil no merecía tal castigo y que había que ponerle emoción al partido. Dos patadas a Neymar en quince segundos bastaron para que el árbitro lo mandara a vestuarios.
Pero no sería el único regalo de los hondureños a Brasil. Un centro manso de Hulk desde la línea de fondo y un lío de piernas entre la defensa de Honduras le dejaba el gol a placer a Damiao. Nunca antes marcar un gol era tan fácil, pensaría el delantero.
Locura tras el descanso
De nuevo sobre el guión Brasil tenía todas las papeletas para vivir una plácida segunda parte y sólo esperar saber en qué minuto llegaría el segundo de Brasil. Espinoza decidió hacer trizas el guión y construir una obra de arte digna del mismísimo Hollywood. El talentoso centrocampista agarró el balón por banda y se escoraba dejando en el suelo a dos defensas de Brasil. 1-2 la locura hecha fútbol.
Pero Honduras parecía que no quería jugar las semifinales y volvió a regalar un gol a Brasil, penalti tonto pero claro sobre Damiao. Neymar ponía de nuevo las tablas en el marcador. Fue en ese momento cuando Brasil decidió que había que hacer algo para luchar por las medallas. Otra vez la conexión Neymar que le da un pase fabuloso a Damiao quien recibe dentro del área y se revuelve con la misma agilidad que la que tiene una bailarina de Ballet, media vuelta y disparo seco. 3-2
Ahora sí, parecía todo resuelto con Brasil mandando y con un hombre más se antojaba mucho más que suficiente para que la "Canarinha" viviese tranquilo. Nada más lejos de la realidad, Honduras daba lo últimos coletazos de vida y como un pez agonizando el omnipresente Espinoza a punto estuvo de pescar un balón que se había embarullado tras un córner.
Brasil, consciente de la imposibilidad de dejar resuelto el partido ante la lucha y entrega de los centroamericanos, decidieron meterle cloroformo al partido con posesiones largas y planas dejando transcurrir el crono. Ya en el minuto 90 el crack hondureño Espinoza se fue a la calle por doble amonestación lo que facilitó aún más el triunfo de Brasil
Con este marcador se acabó el partido, un partido mucho más duro y correoso de lo que se pensaba y Neymar y su Brasil ya luchan por las medallas.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios