Londres 2012: ¿por qué España, otra vez plata, siempre pierde con Rusia en natación sincronizada?

  • Pasan los juegos olímpicos y los mundiales, y la natación sincronizada española sigue igual: muy bien, pero siempre por detrás de la rusa. En los Juegos de Londres 2012, Andrea Fuentes y Ona Carbonell ganaron la plata en dúo, por detrás, cómo no, de la pareja rusa, y por delante de China, otro gran rival. ¿A qué se debe esto? Es decir, ¿cómo se puntúa? ¿Es justa la victoria de la gran favorita en todas las ediciones?

Olympics Day 11 - Synchronised Swimming
Olympics Day 11 - Synchronised Swimming

No falla. Salvo que algún día se ahogue una de sus nadadoras en la piscina (entiéndase la exageración en tono de broma), Rusia se llevará todo los oros en natación sincronizada. En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no se ha producido la excepción a esa regla o ley universal. Natalia Ischenko y Svetlana Romashina se colgarón el oro en dúo con una puntuación de 197.100 al final de las tres jornada, la mayor de la historia.

Por detrás, la pareja española formada por Andrea Fuentes y Ona Carbonell, que le arrebató la plata a China (Xuechen Huang y Ou Liu) en la final. Las discípulas de Ana Tarrés lograron 192.900 por 192.870 de las asiáticas. Tres centésimas que valen una plata. ¿Es imposible ganar a Rusia en un mundial o unos juegos? ¿Por qué siempre reciben las mejores puntuaciones?

Para saber si es justo o no que ganen siempre las rusas, hay que entender cómo se puntúa. En natación sincronizada, la competición se divide en un ejercicio de rutina y otro libre, más un tercero final. En el primero de estos, el de rutina, las nadadoras tienen que realizar un conjunto de elementos (figuras y movimientos en el agua) escogidos por el Comité Técnico de Natación Sincronizada cada cuatro años en un orden predeterminado y con un tiempo límite. En el caso del dúo, dos minutos y 20 segundos.

En el ejercicio libre, las nadadoras eligen los elementos que van a ejecutar según su propia creatividad. Tienen tres minutos y medio en dúo para ejecutar el ejercicio. En ambos casos, la música la eligen las nadadoras y debe ir en consonancia con los movimientos efectuados (por algo se llama natación sincronizada). Las puntuaciones en los dos ejercicios van de 10 a 0 según este baremo:

Perfecto: 10
Casi perfecto: 9.9 a 9.5
Excelente: 9.4 a 9.0
Muy bueno: 8.9 a 8.0
Bueno: 7.9 a 7.0
Adecuado: 6.9 a 6.0
Satisfactorio: 5.9 a 5.0
Insuficiente: 4.9 a 4.0
Flojo: 3.9 a 3.0
Muy flojo: 2.9 a 2.0
Apenas reconocible: 1.9 a 0.1
Fracasado: 0

De las puntuaciones se encargan seis o siete jueces, que tendrán que dar dos notas de 0 a 10, una para el Mérito técnico y la otra para la Impresión artística. En el mérito técnico, se evalúan estos aspectos:
- ejecución de las brazadas, las figuras y sus partes, y también las técnicas de propulsión y la precisión de las formaciones.
- Sincronización de las nadadoras entre sí y con la música.
- Dificultad de las brazadas, las figuras y sus partes, las formaciones y la sincronización.

En la impresión artística, se evalúan estos aspectos:
- Coreografía: variedad, creatividad, recorrido de la piscina, formaciones, transiciones.
- Interpretación musical: uso de la música.
- Forma de presentación: impresión global.

Los seis o siete jueces dan su nota y para hallar la media se eliminan la nota superior y la inferior, que no se tendrán en cuenta. Si tienen dudas para dar una nota, pueden ver la repetición en vídeo.

La objetividad y la subjetividad de las puntuaciones

Las puntuaciones de los jueces tienen un componente objetivo y otro subjetivo. Objetivas son las penalizaciones que pueden sufrir las nadadoras si tocan deliberadamente el fondo de la piscina (dos puntos menos), si omiten uno de los elementos obligatorios (varía de 1 punto a 0,5 si la omisión es de todos los miembros o uno de ellos), si exceden el tiempo fuera del agua… hay penalizaciones hasta para que falle la música.

Subjetivas son las puntuaciones de los jueces en sí, que al fin ya cabo, quitando las penalizaciones reglamentadas, puntúan más o menos dependiendo de lo que aprecian. Incluso puede afectar el orden de participación. Ana Tarrés, seleccionadora español, ha explicado que "cuanto más tarde, más 'caliente' está el jurado", de ahí que a España le haya perjudicado en el ejercicio de rutina y el libre el haber salido muy temprano, la segunda de 24 parejas participantes. Los últimos participantes reciben mejores notas si lo hacen bien. En cambio, en la final benefició a las españolas actuar las penúltimas, más tarde que las chinas e incluso Rusia, pero ésta es inalcanzable.

Las quejas de España con las puntuaciones también aparecieron en estos Juegos de Londres en la jornada del martes tras el ejercicio libre. "Estoy bastante decepcionada con la puntuación. La impresión artística no está juzgada a la altura de lo que España aporta a la sincro", dijo Tarrés. "El equipo español es una fábrica de hacer movimientos, que sirven para el resto de países, lo hacemos con agrado, pero nos gustaría que los jueces fueran capaces de puntuar más esa dificultad en la innovación, en crear una sincro diferente", ha añadido.

En la misma línea está Andrea Fuentes, que así habló del tango 'La Cumparsita' que ejecutó en la piscina con Ona Carbonell. "Es un poco provocativo, es darle un toque atrevido. Entonces por ahí hay conservadores que no lo aceptan. Estamos pagando un precio por ser innovadores. Pero prefiero pagar el precio por eso y no hacer lo mismo aburrido de siempre", ha dicho Fuentes, quejándose de la calificación obtenida. Las dos habrán cambiado de opinión al ver cómo recibieron la plata en la final con el mismo tango. Al final, el enorme trabajo dio sus frutos.

Antes de llegar a la alegría por la plata en la jornada decisiva, el 'mosqueo' en la delegación española estaba en el tercer puesto detrás de China porque se acepta la superioridad rusa ("son unas máquinas, geniales, las felicito", ha dicho Fuentes), aunque no de forma tan clara como muestran las puntuaciones. Al menos ése es el punto de vista de la entrenadora de España. "Las rusas han estado muy bien, aunque la diferencia de puntuación ha sido excesiva. El ejercicio es muy bonito, está muy bien, pero me gustaría verlas haciendo nuestra coreografía. Al final, cada uno lo suyo", declaró Tarrés después del ejercicio de rutina técnica.

Del bronce a la plata

Para Tarrés, las españolas han sido superiores a las chinas y merecían la plata: "A nivel técnico, las nuestras han estado mejor que las chinas. Tienen buenos algunos elementos de potencia, pero los de tensión muscular son mejores los nuestros. Ellas son muy técnicas, pero poco artísticas". Incluso fue más contundente al decir que "el ejercicio libre de China no tiene nada especial, es una coreografía más, del montón". Palabras fuertes que causaron cierta impresión el martes antes de la gran final, aunque el miércoles los jueces le dieron a Fuentes y Carbonell las décimas que necesitaban para subir un escalón en el podio.

En la natación sincronizada tiene mucha importancia la tradición, entendida ésta como el respeto que se ganan los equipos con sus actuaciones a lo largo de los años. Así lo ven los propios participantes. La mexicana Isabel Delgado, cuyo dúo, decimoctavo, quedó lejos de las 12 finalistas, fue muy clara al hablar de las calificaciones y los jueces. "Me voy muy satisfecha del trabajo realizado. Tal vez me voy un poco insatisfecha con las calificaciones. Sabemos que así es el nado sincronizado, ya tienen predispuestos los lugares, ya saben qué país va arriba de tal país", denunció.

Rusia se ha ganado el primer puesto con el magnífico trabajo de su actual dúo, que ha logrado la mejor puntuación de su historia, la mejor pareja a ojos de todos, pero también con las actuaciones en anteriores ediciones, donde las célebres Anastasias (Anastasia Davydova y Anastasia Ermakova) dejaron el listón altísimo. No extraña que sus componentes entrenen 10 horas al día ("más es físicamente imposible", ha dicho Ischenko) en secreto para que no las copien, aunque copiar su ejecución sería my difícil.

España se ha quejado en diversas ocasiones de que no puede con Rusia, pero también ella cuenta con esa tradición favorable, al menos respecto al resto de participantes. Tradición que le ayuda junto con la magnífica calidad de sus nadadoras de sincronizada, claro, pero que están por debajo de las rusas. O eso opinan los jueces, que al final son los que deciden.

Viendo la brillantísima actuación de Natalia Ischenko y Svetlana Romashina, para Andrea Fuentes y Ona Carbonell no debe ser un fracaso quedar segundas, ni mucho menos. Son las primeras de las nadadoras terrenales porque las rusas son diosas acuáticas.

Sigue @jorgekosky

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