Los duelos fuera de casa frenan al Leganés

  • El Leganés ha encontrado en sus partidos a domicilio el lastre que le impide afianzar los buenos resultados logrados como local y, tras la derrota el pasado sábado ante el Albacete en el Carlos Belmonte (1-0), es el peor visitante de la categoría.

Madrid, 10 nov.- El Leganés ha encontrado en sus partidos a domicilio el lastre que le impide afianzar los buenos resultados logrados como local y, tras la derrota el pasado sábado ante el Albacete en el Carlos Belmonte (1-0), es el peor visitante de la categoría.

Los pepineros son, junto a Osasuna, los únicos que aún no han conseguido la victoria en feudo ajeno. Sin embargo el equipo navarro, que les precede en la tabla, han sumado tres empates por dos de los madrileños.

En el año de su retorno a Segunda, el Leganés presenta unas cifras que no resultan positivas en comparación con experiencias anteriores. De hecho, solo en tres ocasiones completó sus seis primeras salidas sin ganar en ninguna de ellas.

El caso que más se asemeja es el de la temporada 99-00, cuando los blanquiazules llegaron a estas alturas de temporada con dos empates y cuatro derrotas. El primer triunfo acabaría materializándose contra el Getafe (0-1) en el séptimo choque fuera de casa.

Algo más hubo que esperar en la 97-98. El Leganés llegó a su sexta visita con tres empates en el casillero, uno más que ahora, pero la victoria no hizo acto de presencia hasta la octava con el Levante como rival.

Todos estos registros se quedan cortos si se comparan con los vividos en la campaña 01-02. En una situación análoga a la actual, cuatro eran los puntos atesorados tras cuatro duelos que acabaron en tablas. Sin embargo hubo que esperar hasta la duodécima salida para superar a un rival. Y no fue uno cualquiera, el Atlético en el Vicente Calderón.

Si se traduce todo a puntos, solo en la ya mencionada 99-00 y en la 93-94 el equipo tenía los mismos tras seis desplazamientos. En esta última ocasión, pese a ello, ya se había ganado. Lo explica el sistema antiguo de dos puntos por victoria. Tras cinco derrotas consecutivas, se venció en el Ramón de Carranza al Cádiz (1-2).

Aunque la situación actual es negativa, lo cierto es que hay motivos para ver el vaso medio lleno. La imagen ha sido buena en todos los enfrentamientos disputados en campo contrario y solo ante el Llagostera se cayó por más de un gol, quedándose cerca de la gloria en estadios como El Molinón o Los pajaritos.

Los guarismos a domicilio son fríos y no reflejan ese buen trabajo, que sí está dando sus frutos a los hombres de Asier Garitano en Butarque. Allí el equipo ha logrado su segundo mejor arranque histórico en la categoría de plata y es uno de los seis que aún no sabe lo que es perder como anfitrión.

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