Luis Enrique, el 'otro Figo', desafía ahora al Real Madrid desde el banquillo

    • Jugó cinco temporadas en el equipo blanco, donde ganó una Liga y una Copa y se marchó libre al Barcelona cuando finalizaba contrato.
    • Se ganó la antipatía del madridismo por sus celebraciones en el Bernabéu en las que se estiraba la camiseta azulgrana cuando marcaba un gol y la grada lo consideraba como una provocación.
Luis Enrique descarta a Vila, Bellvís y David Rodríguez para recibir a Osasuna
Luis Enrique descarta a Vila, Bellvís y David Rodríguez para recibir a Osasuna
Ulises Sánchez Flor
Ulises Sánchez Flor

El primer partido de Liga del Real Madrid en el nuevo año tiene morbo. Luis Enrique visita el Santiago Bernabéu por primera vez como entrenador y en Vigo cuentan que el técnico lleva preparando esta cita como si se tratara de una final. Es especial. Ha realizado trabajo en secreto con sus jugadores y, entre sus instrucciones, está en jugar de forma valiente.

Así es 'Lucho', una persona que le gusta arriesgar y que está ante uno de los partidos más importantes en su corta vida como entrenador. El madridismo no olvida que se marchó al Barcelona y no le perdona cómo festejó los goles con la camiseta blaugrana en el Bernabéu.

El 1 de noviembre de 1997 se convirtió en uno de los futbolistas más odiados cuando marcó su primer gol con el Barcelona en el estadio madridista y lo celebró estirándose la camiseta. Los aficionados lo consideraron como una provocación. 'Lucho' se reafirmó luego diciendo que se sentía culé.

Si en el Camp Nou se calificó de traidor a Luis Figo por abandonar el Barcelona para fichar por el Real Madrid, el madridismo le calificó de igual forma a Luis Enrique. El asturiano jugó en el Real Madrid cinco temporadas, donde logró ganar la Liga, la Copa y la Supercopa de España. Fue uno de los protagonistas de la escandalosa goleada del Real Madrid que entrenaba Jorge Valdano (1994-95) al Barcelona (5-0). Marcó un gol y esa temporada conquistó la Liga con la camiseta madridista. Pero la siguiente campaña empezó a dejar de ser titular indiscutible.

Valdano abrió las puertas a los jóvenes de la cantera. Luis Enrique finalizaba contrato y se negó a renovar. La afición del Real Madrid no le perdonó que se fuera al eterno rival y menos a coste cero (al club blanco le costó 250 millones de pesetas). El odio visceral llegó con sus celebraciones cuando visitaba el Bernabéu con el Barcelona. En la temporada 2002-03, en la que logró su segundo tanto con la camiseta azulgrana, volvió a repetir el mismo gesto de estirarse la camiseta ante la grada.

Presumió de sentirse culé y mostró rechazó a su etapa como madridista, lo que le generó una gran antipatía y provocó que en los aficionados le cantaran: "Luis Enrique tu padre es Amunik.e" Unos cánticos racistas. En los ochos años que estuvo en el Barcelona tuvo más exitos que en el Real Madrid. Ganó dos Ligas, dos Copas y una Supercopa de España.

Echó raíces en el Barça y allí, con la amistad de Pep Guadiola, decidió hacerse entrenador. En 2008 empezó su etaopa en los banquillos con el Barcelona B y logró el ascenso a la Segunda división. En este tiempo manifestó su admiración por Messi, Iniesta, Xavi, Puyol... En partidos en los que el Barcelona ganaba al Real Madrid salían declaraciones de Luis Enrique ensalzando el fútbol espectacular de los culés. Esto le siguió creando esa enemistad que hoy tiene del madridismo.

Ha visitado en diez ocasiones el Bernabéu como jugador desde que dejó de ser futbolista del Barcelona. Su balance es de tres victorias, cinco empates y dos derrotas. En la temporada 1996-97 ganó la Copa del Rey con el Barça ante el Betis en este estadio.

Pero ahora le toca debutar como entrenador en un estadio en el que seguramente no sea bien acogido y en el que habrá mucho ruido y las miradas apuntarán hacia el banquillo visitante. Luis Enrique, al que le gusta lña presión, empieza el año fuerte y dispuesto a dejar su sello con el Celta en el Bernabéu.

Si algo tiene a favor es que, el del lunes, es el primer encuentro en el que se pone en funcionamiento la grada de animación en el Bernabéu. El club ha eliminado a los radicales y espera que los que ocupen el fondo sur se limiten a animar y tengan una buena conducta, pero esto no le asegura que no será bien recibido por los seguidores madridistas. El partido tiene picante.

Mostrar comentarios