Luxemburgo 0-4 España: Silva guía a 'La Roja' en el estreno goleador de Costa

    • El juego de España experimentó una mejoría tras el batacazo en Eslovaquia. Más tensión, atención, movilidad y circulación del balón rápida.
    • El otro protagonista del partido fue Alcácer. En el minuto 41 volvió a demostrar que es un killer.
España celebra uno de sus goles a Luxemburgo
España celebra uno de sus goles a Luxemburgo

Del Bosque reinventó el sistema con la fórmula del rombo y dos puntas. Se acabaron los problemas con el gol, aunque esta nueva idea habrá que probarla ante equipos más poderosos que Luxemburgo. El once de España presentó varios cambios con respecto al de Eslovaquia. De Gea por Casillas, Bartra por Albiol, Carvajal por Juanfran y Alcácer por Cesc. El plan pasó por jugar con dos delanteros, Alcácer y Diego Costa, y acercarles por detrás a Iniesta y Silva. Un rombo en el que Busquets ocupó el vértice superior, Iniesta entraba por la derecha, Koke por la izquierda y Silva en el vértice inferior. El canario fue un mediapunta. Decisivo en la construcción del juego y en la finalización. Es uno de esos futbolistas con trazas de Balón de Oro... si jugara en el Real Madrid o en el Barcelona.

El juego de España experimentó una mejoría tras el batacazo en Eslovaquia. Más tensión, atención, movilidad, circulación del balón rápida, un ritmo más alto en las acciones, balones entre líneas y por arriba para buscar a Diego Costa, sobre todo, y anticipación en las segundas jugadas. De esta forma se adelantó La Roja en el minuto 26. Un balón de Koke, al área para Costa, cayó rebotado en la frontal y apareció Silva para controlarlo y fusilar con su pierna izquierda. Un buen disparo y una acción que hacía justicia al dominio y la cantidad de ocasiones de gol que estaba generando la selección española. Silva hizo su gol número 23 con La Roja.

España se puso por delante en un fase del partido decisiva. Dominaba, pero no concretaba. Diego Costa había dispuesto hasta seis ocasiones, unas con mayor peligro que otras, pero en ninguna estuvo acertado. Unas veces las detuvo el portero y otras se fueron fuera. Costa sigue jugando con ansiedad. Su cara refleja la presión que tiene por marcar y quedó patente en una ocasión que falló solo delante del portero. Fue en el minuto 30. Había ganado la espalda a su marcador y, en el uno contra uno, envió la pelota desviada. Se llevó las manos a la cabeza. Desesperado. Lo mismo transmitía el semblante de Del Bosque. Era su gran ocasión para estrenarse.

España siguió dominando el partido, con el control de la pelota y sin sentir el agobio que sufrió en Eslovaquia. Luxemburgo es un equipo muy inferior que, pese a jugar con tres centrales, y dos laterales, una defensa de cinco y replegados, acabó mareada con el juego por abajo y combinativo de Silva, Iniesta y Koke, que se apoyaban continuamente en Diego Costa y Alcácer. Pero los luxemburgueses tuvieron sus ocasiones. En la primera parte, minuto 37, un centro envenenado lo sacó De Gea con una mano. La mejor acción del joven portero del Manchester United. El balón parecía colarse. Tuvo poco más trabajo. Otro disparo más sencillo de atajar por abajo.

El otro protagonista del partido fue Alcácer. En el minuto 41 volvió a demostrar que es un killer. Tiene un radar para leer los movimientos de ataque de sus compañeros, posicionarse, aparecer en el lugar justo y ejecutar con rapidez su disparo. Una subida de Carvajal acabó en los pies de Silva. Alcácer fue a buscar a su socio y en cuanto recibió la pelota armó la pierna para fusilar al portero con un potente tiro cruzado. Un golazo. El tercero en tres partidos. Es un delantero que no baja la guardia, solvente, seguro de sus posibilidades y certero. Lo más parecido a David Villa.

La segunda parte valió para que Diego Costa acabara con su maleficio. Era un sí o sí. Tenía que llegar de cualquier manera y lo consiguió de la forma menos inesperada. En una jugada, en el minuto 68, recogió un balón dentro del área que pasó por Silva, Piqué y Busquets. La pelota llegó en cascada a Costa, dentro del área, se giró y remató sin oposición. Su celebración fue hasta fría. Miró al árbitro para asegurarse si estaba en posición legal. Se lo dieron como bueno y respiró. Vaya que si respiró. Se quitó la presión en la jugada menos elaborada y preparada.

El gol de Costa eliminó cualquier sorpresa de Luxemburgo y Del Bosque hizo debutar a Bernat y Rodrigo. Entre los dos fabricaron el cuarto tanto en el minuto 88. España ganó un partido ante un flojo rival, pero Del Bosque y sus chicos necesitaban recuperar sensaciones y, sobre todo, el gol.

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