Agua. Aunque a medias es lo que se trajo el Real Madrid en su visita a Mallorca en el primer partido de Liga de la pasada temporada. Era, además, el debut de Jose Mourinho en competición oficial con el equipo blanco. Dos puntos que se quedaron en la isla y que luego se acabaron echando de menos en la clasificación general. Algo similar a lo que sucedió jornadas después con el Levante.
Y eso que enfrente no tenían precisamente a un equipo en su mejor momento. El Mallorca había sido expulsado de la Europa League por sus problemas económicos y Michael Laudrup dirigía una plantilla con pocos recursos, algunos jugadores que se mantenían de la anterior etapa y muchos que llegaron cedidos de otros clubes.
En cambio, el Real Madrid saltó al césped del Iberostar Estadio con toda la artillería posible. Higuaín y Cristiano fueron las referencias arriba pero no acertaron a batir a Aouate. Quizá, y viendo lo que sucedió durante la temporada, la titularidad de Canales fue la mayor sorpresa en el once elegido por Jose Mourinho. El resto, los que acabarían siendo habituales.
Ese mal comienzo fuera del Santiago Bernabéu tuvo su continuidad ante el Levante donde también firmaron un empate a cero. Cuando los de Mou empezaron a carburar dieron la vuelta a las estadísticas y, de hecho, el Real Madrid, fuera de casa, acabó con 13 victorias, 4 empates y tan solo dos derrotas. Mourinho vuelve a la isla donde no pudo ganar.
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